En contraste con el año negro de las salidas a Bolsa, nuestro país ha sido en 2018 uno de los focos más activos en fusiones y adquisiciones en Europa, y las previsiones son buenas para el próximo curso.
El año que nos deja no ha sido un ejercicio de grandes alegrías corporativas en el Viejo Continente. La metralla de la incertidumbre propulsada por la guerra comercial de Trump, la alarma emergente, la desaceleración de la Eurozona y el incierto escenario post Brexit perfilaron un panorama que invitaba a la prudencia. Un contexto complejo que en España, salpicada además por el marasmo político, se dejó notar especialmente en los mercados bursátiles.
Solo cinco OPV se materializaron en los parqués nacionales. Esperando un mejor momento se quedaron operaciones estelares como las de Cepsa, Via Célere, Haya Real Estate, la antigua Cortefiel (ahora renombrada como Tendam) o la energética Cox Energy. Tampoco ha sido un ejercicio excepcional para las fusiones y adquisiciones, aunque nuestro país fue uno de los mercados europeos (curiosamente junto al Reino Unido) que sacó claramente la cabeza entre la atonía generalizada.
Y parece que el baile seguirá bastante animado en los próximos meses. Según las cifras recogidas en el informe Global Transaction Forecast, elaborado por Baker McKenzie en colaboración con Oxford Economics, en España se llevaron a cabo 773 operaciones en el año que está a punto de concluir, siete menos que en 2017. Sin embargo, en valor casi doblan a las del año anterior: 68.900 millones de dólares frente a 37.700. Ganaron terreno las operaciones transnacionales, que sumaron 61.100 millones, aunque en número de movimientos el reparto es casi equitativo entre las operaciones nacionales (384) y las transfronterizas (389).
Elaborado por Pol Carbonell
Fuente: ABC
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