España hace desaparecer 2.400 bares cada año desde 2010

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La hostelería española ha encadenado en 2018 su quinto año consecutivo de crecimiento, con una facturación de 123.612 millones de euros, un 3,1% más que el año anterior, y 1,7 millones de trabajadores, un 4,3% más. Sin embargo, desde la crisis, el sector está inmerso en una reestructuración que le está cambiando la cara paulatinamente. El bar tradicional, aunque sigue dominando el panorama, cede terreno y un año más, y son ya al menos ocho, pierde unidades, sobre todo en las comunidades de la España vaciada. Desde 2010, se cierran 2.400 bares de media al año, aunque en 2018 el ritmo disminuyó y solo se clausuraron 1.123. Mientras, crece el número de restaurantes, de mayor tamaño y que absorben más empleo.

Así lo ha destacado este martes Emilio Gallego, el secretario general de Hosteleros de España, en la presentación ante los medios del Anuario de la patronal hostelera. En 2018 había en España 314.311 establecimientos de hostelería, entre los 279.396 correspondientes a la restauración (bares, restaurantes y colectividades) y los 34.915 de alojamiento (hoteles, apartamentos, casas rurales y campings). Son 4.686 más que el año anterior. Crecieron todos los formatos, salvo el más numeroso, el de los bares, que perdió 1.123 locales, hasta quedarse en 183.306. Es la cifra más baja desde que se elabora el anuario, la octava caída anual consecutiva, y supone que desde 2010 hay en España 19.393 bares menos. El consuelo es que su facturación creció, siquiera un magro 0,2%, hasta 36.289 millones de euros.

En conclusión, si que es cierto que hay muchos establecimientos en cuanto noos referimos a bares. Son cada vez más los consumidores que apuestan por locales temáticos, sobre todo de comida asiática, de bajo coste o con nuevos conceptos de restauración. En especial auge están las franquicias.