La cumbre del G-8 y España

Impulsar el crecimiento económico y la creación de empleo, sin renunciar al rigor fiscal, es el difícil compromiso al que han llegado los líderes del grupo de los ocho países más industrializados del mundo (G-8), reunidos por invitación del presidente de Estados Unidos en su residencia de Camp David. Obama, a juzgar por sus declaraciones, ha sido el más beligerante en la necesidad de fomentar la actividad en la estancada economía europea, junto al nuevo presidente francés, François Hollande.

Obama ha sido muy claro al afirmar que una economía europea financieramente estable y con crecimiento es de primordial interés para el mundo y para Estados Unidos, ya que el Viejo Continente es su principal socio. Ha sido un nuevo intento del presidente estadounidense para alcanzar este objetivo, después de haber fracasado en los últimos tres años en lograr que la UE impulsara un plan de reactivación similar al que él puso en marcha en su país, con una inyección de más de 800.000 millones de dólares, acompañado de una política monetaria superexpansiva, que ha devuelto el crecimiento y la creación de empleo a Estados Unidos. Ninguna acción de esta dimensión se espera, sin embargo, en Europa.

La canciller alemana, Angela Merkel, que es quien marca los ritmos europeos, se ha mostrado tímidamente favorable en las últimas semanas a impulsar el crecimiento en la zona euro, como respuesta a la determinación del nuevo presidente francés de iniciar este camino. Sus declaraciones han sido muy explícitas: «El mensaje importante que retener de esta cumbre del G-8 es que la consolidación de los presupuestos y el crecimiento son las dos caras de la misma moneda». El gran y complicado reto de la UE es hacerlo posible pronto.

Pese al acuerdo del G-8, y pese a las renovadas presiones de Obama, no hay excesiva confianza en que la disposición a favorecer el crecimiento por parte de Alemania sea todavía lo suficientemente intensa como para lograr el despegue de la economía europea en un plazo razonable. El comunicado oficial de la cumbre habla sólo de la necesidad de «reformas estructurales y de mayores inversiones en educación e infraestructuras modernas para elevar la productividad».

Pero resulta imposible pensar en crecimiento económico vigoroso mientras Europa se encuentre sumida en una profunda inestabilidad financiera a causa de la crisis de Grecia -todos los países del G-8 consideran fundamental que siga en el euro- y mientras el Banco Central Europeo no se muestre dispuesto a inyectar más liquidez monetaria y a sostener la deuda pública de los países más frágiles para cortar de raíz el efecto contagio de la fiebre griega. Todo lo demás, por el momento, no son más que buenas intenciones.

A España -país clave del euro- le hacen falta ambas cosas, liquidez y financiación, como el aire que respira. Al igual que a Italia. Y, en cambio, le sobran declaraciones alarmistas como las que efectuó el nuevo presidente francés en vísperas de la reunión de Camp David, en las que planteó un rescate de la banca española a cargo de los mecanismos de solidaridad europea. Afirmaciones como estas, por más bien intencionadas que pudieran ser, no contribuyen en absoluto a generar confianza y estabilidad en nuestro país, que se enfrenta a otra semana con la prima de riesgo en zona de máximos, tras el nuevo desvío descubierto en el déficit público del 2011, que complica aún más el ajuste en este curso.

LaVanguardia digital

Se buscan inversores extranjeros para las pymes españolas

Tras estudiar y trabajar por todo el mundo, Juan Pitera decidió fundar The Best Plan, una empresa dedicada a internacionalizar los proyectos de las pequeñas y medianas compañías

Con una dilatada trayectoria en el mundo de la consultoría internacional, el ingeniero Juan Pitera se dio cuenta de la cantidad de buenas ideas desarrolladas por las pymes españolas que se perdían en el camino por falta de recursos e información. Así fue como hace seis meses se le ocurrió fundar The Best Plan, una empresa especializada en buscar inversores extranjeros que puedan estar interesados en comprar la patente de las pymes españolas que se vean en la necesidad de hacerlo y no sepan cómo. “Hay muchas compañías que ahora lo que necesitan es una inyección de capital, y para ello, les ayudamos a vender la patente fuera”, cuenta Juan Pitera, socio fundador de The Best Plan.

Según Pitera, el problema de muchas pymes es que no saben cómo funciona la red de contactos a nivel internacional: “Están perdidos, no saben cómo empezar a buscar; además les faltan las herramientas más básicas”, cuenta Pitera. Se refiere a herramientas como un buen manual técnico de la patente que se va a vender, asesoría jurídica especializada o incluso una página web que esté al nivel; y todo ello en perfecto inglés. “No se trata de un inglés de estar por casa; es necesario un buen nivel para poder negociar”, explica Pitera, quien asegura que la barrera idiomática suele ser uno de los principales hándicaps de sus clientes a la hora de buscar inversores extranjeros.

Las patentes mínimas con las que trabaja The Best Plan son de un millón de euros, porque “menos de esa cantidad es mucho trabajo para nosotros y no nos sale a cuenta, ya que nosotros cobramos una vez ya se ha vendido la patente”, aclara Pitera. Cuando una pyme se pone en contacto con The Best Plan, el equipo hace una investigación para ver si el producto efectivamente se puede vender o no y si existe uno similar en el mercado.

Las dos principales líneas de actuación de la empresa para buscar a los inversores son una extensa promoción a través de las redes sociales de la patente y, la más importante, a través de lo que Pitera llama Seis grados de separación: “Nuestros empleados tienen contactos internacionales que luego usamos para promocionar la patente que estamos intentando vender. Es la manera más eficaz para que vaya corriendo la voz”, cuenta Pitera. A finales de este año la compañía, que cuenta con diez empleados, prevé facturar 600.000 euros.

ExpansiónDigital

 

EL MUNDO IDEAL DE STANDAR&POOR’S, MOODY’S Y GOLDMAN SACHS.

EL MUNDO  IDEAL DE STANDAR&POOR’S, MOODY’S Y GOLDMAN SACHS.

El texto es una opinión personal sobre los hechos ocurridos actualmente en el mundo económico. Una opinión crítica dirigida a las agencias de calificación de riesgo. Además el tema va relacionado con una noticia del periódico económico Expansión Digital en la que se informa que Moody’s había bajado el ráting de la Comunidad Valenciana y pensaba hacerlo sobre otras nueve comunidades autónomas españolas.

Expansión

Moody’s baja dos escalones más, a Ba3, el ráting de la Comunidad Valenciana.

Las cuentas de las comunidades autónomas no sólo estan en el punto de mira del Gobierno. Moody’s ha rebajado en dos escalones el ráting de la Comunidad Valenciana, hasta dejarlo en Ba3, y amenaza con bajar la calificación de otras nueve regiones españolas.

La medida tomada por Moody’s está motivada por las presiones de liquidez y sus dudas sobre si serán capaces de cumplir con los objetivos de déficit para 2012 y llega en medio del debate sobre el control de las cuentas de las Comunidades Autónomas. El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha propuesto sancionar a los gobiernos autonómicos que no cumplan con el déficit público.
En concreto, Moody’s explica que ha decidido recortar la calificación de la Comunidad Valenciana por sus problemas de liquidez y sus dificultades para hacer frente a la deuda financiera, ya que es una de las autonomías con mayor nivel de endeudamiento. La Comunidad Valenciana, recuerda Moody’s, fue incapaz de obtener en diciembre los 1.500 millones de euros que necesitaba. Al cierre del tercer trimestre de 2011, la Comunidad Valenciana registraba una deuda del 19,9% del PIB.
Pone en perspectiva negativa el ráting de nueve comunidades
Además, Moody’s ha situado en perspectiva negativa las calificaciones de las regiones españolas de País Vasco, Galicia, Madrid, Extremadura, Andalucía, Castilla y León, Murcia, Cataluña y Castilla-La Mancha, además del Consorcio de Transportes de Vizcaya y las Diputaciones Forales de Guipúzcoa y Vizcaya.

EL MUNDO  IDEAL DE STANDAR&POOR’S, MOODY’S Y GOLDMAN SACHS.

 

La agencias de calificación son unas de las grandes culpables de las inestabilidades que observamos hoy en día.

¿Porqué?
Las agencias de calificación nos han hecho creer que comprar deuda de los bancos de inversión era lo más seguro. Bancos de inversión con nombre como eran “Lehman Brothers” o “Bear Stears”. Digo eran porqué los dos quebraron a finales del 2008.

En aquel momento las agencias de calificación calificaban estos bancos con “triple A” (AAA), la calificación máxima permitida, y a pesar de esta calificación “tan segura” ¡quebraron!
Posteriormente a estos hechos todo el mundo pensaba que el sistema de Estados Unidos  se hundiría y no fue así. No se hundió porqué se inyectó liquidez  y empezaron algunos planes de estímulo. Así pues, “salvaron” temporalmente este “bache”. Era de suponer que esto no podía haber sido un susto temporal y nada más.

Así pues los grandes especuladores financieros se dieron cuenta que en Estados Unidos ya no tenían nada que hacer, ninguna opción de negocio ya que este país había actuado perfectamente y había “hecho bien el trabajo”. Fue entonces cuando se dieron cuenta de que tenían otra oportunidad de negocio, una oportunidad de negocio que enfocó Europa como gran objetivo.
Europa no tiene una operativa bursátil tan líquida como en Estados Unidos, con lo cual estos hábiles profesionales tenían que buscar algo que no fueran empresas, ya que se les quedaban pequeñas, y encontraron una gran presa: ¡los PAÍSES Y SUS COMUNIDADES AUTÓNOMAS! (como hemos visto en la noticia, Moody’s ya ha empezado a calificar las comunidades autónomas de nuestro país).
¡Es decir, querían hacer quebrar países!

Estos grandísimos especuladores han tenido mucha importancia sobre lo ocurrido en lo que rodea la economía mundial y han sido capaces de introducir información económica revolucionaria en una sociedad tan necesitada de información como es la nuestra.

Alessio Rastani (conocido comercial británico) dijo que: “Goldman Sachs gobierna el mundo”. Una afirmación verdadera que en su momento escandalizó al mundo. Y es que yo también creo en esta afirmación de Alessio Rastani porqué, en mi opinión, no se equivocaba porqué en realidad los bancos de inversiones gobiernan sobre la política. Es decir, sobre la sociedad.

OTGER MONTORO SANZ,   12/01/2012