Hay muchos vehículos matriculados en España en el 2018 y un 18% de ellos lo hicieron a través del renting.
La mayor parte de contratos se firmaron en el sector corporativo, pero cada vez son más los particulares y profesionales autónomos que se ponen al volante de este tipo de vehículos.
Julio Ribes, Pablo Pascual y Blas Gil vieron en esta tendencia una oportunidad de negocio y, con la ayuda de la incubadora de start-ups Demium, fundaron Swipcar en enero del año interior.
Desde entonces, han registrado un crecimiento exponencial. Empezaron el 2018 con tres empleados y lo cerraron con 12. La facturación en el conjunto del pasado ejercicio fue de 50.000 euros, una cifra que han casi duplicado en el primer trimestre del 2019.
Elaboración propia a partir de La Vanguardia
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