CHINA DESPLIEGA A GOLPE DE TALONARIO SUS TENTÁCULOS

200 empresarios chinos llegan hoy a España para cerrar acuerdos comerciales

 

(Fuente: El Economista – 25.02.09) 

 

China saca el talonario para desplegar sus tentáculos por los mercados internacionales. En medio del frenazo de la demanda global y ante la imperiosa necesidad de efectivo que requieren las empresas occidentales, el gigante asiático se ha lanzado a tumba abierta a comprar activos por todo el planeta aprovechando su contrastada liquidez y una coyuntura favorable para atrapar gangas en el mercado. A la vez que Pekín pone en marcha dicha estrategia, alienta a sus empresas para que adquieran mercancías en el extrajera y contribuyan a reducir el déficit comercial de sus socios.

En ese contexto se enmarca la visita que realiza hoy a España una delegación de 200 empresarios chinos con el ministro de Comercio, Chen Deming, al frente. La comisión comercial de gira también por Alemania, Suiza y el Reino Unido además de España, servirá para que empresas de ambos países cierren una veintena de acuerdos comerciales en sectores tan dispares como el agroalimentario, el industrial, el textil y el tecnológica.

Según ha podido saber elEconomista, la compañía Indra suministrará tres simuladores de vuelo, Acerinox firmará dos acuerdos para vender láminas y tubos de acero, mientras Hojiblanca e Ybarra cerrarán la venta de aceite de oliva en el país.

En total, 15 empresas españolas llenarán un cesto chino de la compra que también incluye, entre otros productos, componentes de automoción, jamón, vino e hilos de lana. La misión, organizada por parte española por el Consejo Superior de Cámaras, el Icex y la CEOE, supone la rúbrica a la visita oficial que realizó –hace semanas- a España el primer ministro chino, Wen Jiabao, en la que se comprometió a reducir el crónico déficit comercial de España con el gigante asiático. “China presenta los acuerdo como un gesto político: su lucha contra el déficit comercial”, señalan a este diario fuentes diplomáticas españolas.

Repercusión mediática

De ahí el empeño de Pekín en dar la máxima repercusión mediática a la gira europea de la delegación china. “El sentido propagandístico de esta adquisición será más importante que el significado real”, admitió Li Gang, el director del departamento europeo del Ministerio de Comercio, en referencia las compras que China realizará por los cuatro países europeos. En los últimos días, la prensa china se ha hecho también eco del excelente momento que atraviesan las relaciones bilaterales entre Madrid y Pekín, resaltando el conocido axioma de que “España es el mejor amigo de China en Europa”.

De ahí que la prensa especulara con el hecho de que, para España, la llegada de la delegación china a nuestro país es “una oportunidad única para abrir el mercado chino a los productos españoles”. Sin embargo , en la relación de acuerdo previstos no figura ninguno en sectores como la energía eólica o la maquinaria de construcción, donde el potencial de las empresas españolas es conocido, pese a que ambos sectores juegan un papel central en el millonario plan de infraestructura lanzado por el Gobierno chino para estimular la economía.

Las anteriormente citadas fuentes españolas reconocen el peso específico relativo de los contratos que se firmarán hoy, aunque recalcan que para España son importantes no sólo por los montantes económicos, sino porque “rompen una inercia en tiempos de crisis”. Reflexión ésta que hace referencia a un alarmante y creciente déficit comercial entre España y China: de los 26.300 millones que mueve el comercio bilateral entre ambos, sólo 2.600 son exportaciones españolas, mientras la tasa de cobertura ha caído ya hasta el 11%.

Desembolso europeo

Según la prensa china, las empresas del país asiático desembolsarán 1.700 millones de euros en su gira europea, aunque en una clásica maniobra de despiste, aseguraron también que la cantidad podría aumentar “considerablemente”. En cualquier caso, el periplo comprador chino permitirá asfaltar el papel del presidente chino, Hu Jintao, en la próxima cumbre del G-20 en abril, además de servir de coartada a Pekín en su determinación de contrarrestar la ola de proteccionismo que invade a medio mundo. Con todo, aparte de las cuestiones comerciales, la ofensiva de Pekín en el extranjero tiene mucho de estratégico.

En las últimas semanas, con el refuerzo diplomático de las visitas oficiales de Hu Jintao a África y de otros líderes chinos a Sudamérica, Pekín se ha comprometido a invertir casi 60.000 millones de dólares (unos 47.000 millones de euros) en empresas extranjeras y para asegurar su suministro futuro de materias primas. Todo ello, por supuesto, gracias a la jugosa liquidez de que disfrutan los bancos estatales chinos. De entre las demás, destacan las dos operaciones cerradas por Chinalco y Minmetals para comprar participaciones en empresas mineras australianas, como Río Tinto, que han supuesto un desembolso de más de 21.000 millones de dólares (unos 16.500 millones de euros).

Además, Pekín ha llegado a acuerdos millonarios en Brasil, Venezuela, Rusia y Canadá para elevar el suministro de barriles de petróleo diarios. Mientras el resto del mundo suspira por el dinero fresco y en efectivo del gigante asiático, éste no duda en lanzar una estrategia que le permite dar un Gran Salto Adelante sin precedentes y conseguir una ventaja económica que nunca antes ha disfrutado.

JAPÓN SE APROXIMA MUY DEPRISA AL ABISMO ECONÓMICO

“La producción industrial cayó en enero el 10% y se perderán 400.000 empleos hasta marzo”


Desorientado e irreconocible, Japón ha caído en una angustiosa espiral de desesperación. La estadística golpea sin remisión un día sí y otro también, evidenciando una crisis total que no sólo alcanza todos los ámbitos económicos, sino que está resquebrajando los cimientos de una sociedad que durante décadas levantó fascinación en medio mundo por ser un modelo de bienestar. La situación es ahora dramática: en el cuarto trimestre de 2008 la economía se contrajo un 12,7%, la peor coyuntura de los últimos 35 años.

Y, con el frenazo económico, el contagio está propagándose a toda velocidad. La ralentización de la demanda exterior y un yen desbocado han asestado un varapalo histórico a las exportaciones: cayeron un 46% en enero, tendencia que continuará deteriorándose. De hecho, tras años de vino, rosas y pingües beneficios, los números rojos de las grandes multinacionales niponas no han tardado en salir a flote.

Sony, Toyota, Panasonic, Canon, Honda y otros colosos se tambalean entre pérdidas millonarias y balances que echan fuego. En lo que llevamos de año, 10 compañías que cotizan en la bolsa de Tokio han declarado ya su bancarrota. Así que han optado por el clásico ajuste defensivo para capear el temporal. Esto es, congelación de las inversiones, recortes en la producción y despidos masivos. Receta que, por supuesto, ha tenido efectos inmediatos.

La producción industrial cayó en enero un 10%, el peor escenario en más de medio siglo, mientras que unos 400.000 trabajadores temporales perderán su empleo hasta marzo. “Japón es el más afectado de entre los países industrializados. Y la coyuntura está empeorando”, confirma Andrew Dewit, profesor de Política de Finanzas Públicas en la universidad Rikkyo de Tokio. En medio del derribo total, la pregunta es obligada: ¿cómo ha podido la segunda economía del mundo meterse en semejante lío?

¿Cómo ha caído en esta situación de deterioro económico? Dewit vincula el fracaso actual con la estrategia de los años noventa diseñada para superar el desgarro brutal que provocaron en la economía japonesa la burbuja inmobiliaria y bursátil. “El Gobierno hizo cuanto pudo para promocionar las exportaciones y flexibilizar al máximo el mercado laboral, pero sin dotarlo de una red social”. Hoy paga la penitencia de sus pecados.

Y eso que mientras hubo bonanza global, la receta funcionó: las empresas hicieron caja y los beneficios empaparon hacia abajo toda la cadena de suministro. De hecho, entre 2002 y 2007, el 61% del crecimiento del PIB japonés fue directamente imputable a las exportaciones. Pero, en cuanto la demanda exterior ha empezado a flanquear, este modelo basado en las exportaciones se ha venido literalmente abajo. Y, averiando el motor del crecimiento, la economía nipona se ha quedado sin recursos.

Fundamentalmente, porque en los últimos 15 años el mercado laboral ha cambiado demasiado como para que el consumo doméstico salga al rescate. Japón ha pasado de contar con un 80% de contratados fijos a tener más de un tercio de trabajadores temporales, unos 19 millones conocidos como los working poor. Su situación es dramática: ganan de media unos 150.000 yenes (1.200 euros) al mes, no tienen beneficios sociales de ninguna clase y viven en la incertidumbre de no saber si sus contratos serán renovados.

Los suicidios están en plena escalada porque el reto para muchos es sobrevivir: “Quedarse sin empleo puede implicar también dejar de tener un lugar para vivir. No hay protección para quienes pierden su empleo”, asegura Makoto Yuasa, responsable de Moyai, una ONG de ayuda a desempleados. Mientras aumenta la precariedad para unos, la congelación salarial continúa para los fijos.

Así que, con la crisis, los japoneses se han apretado el cinturón aún más: el consumo se desplomó otro 5,9% en enero. Paradójicamente, Japón ha caído en la misma telaraña que China. Por un lado, la ausencia de una red social ha incentivado el ahorro y estrangulado el consumo; por otro, su economía padece por su excesiva dependencia de las exportaciones. Los expertos apuntan que Tokio tiene que implementar reformas e invertir en la dirección adecuada.

Aunque, en medio de la crisis política sin precedentes, con tres primeros ministros en dos años y medio y las elecciones a pocos meses vista, se antoja misión imposible. “Sin un sólido liderazgo político no habrá cambios”, apunta Dewit. Mientras, Japón busca desesperadamente oxígeno en los planes de estímulo económico lanzados hasta ahora, dotados con 415.000 millones de euros. Sin embargo, el Gobierno tiene que invertir en infraestructuras, pero no sólo en autopistas y puentes.

“Tiene que desarrollar ciertos mercados e invertir en infraestructuras para la nueva economía: educación e investigación y desarrollo, tecnologías medioambientales y de eficiencia energética. Ser líder mundial en esas áreas dispararía la demanda doméstica”. Receta para una crisis que, en cualquier caso, será dolorosa y de largo recorrido para la segunda economía del mundo.

El gigante asiático también tiene «chinas» que esquivar

«El país tiene recursos para estimular su economía, pero la caída del consumo y la producción le pasarán factura»

El año 2009 en el calendario chino es el año del buey. Se dice que las pautas que un chino debe cumplir año tras año suelen ir marcados por su calendario. En esta ocasión las características a cumplir serían la seguridad y el trabajo incansable. Y en un año de crisis económica como será 2009 hay una de ellas que es más susceptible que el resto de atragantársele: la seguridad.

Muchos gestores se han mostrado más que optimistas con respecto al papel que China desempeñará en la economía mundial, a falta de empuje de Estados Unidos, aún convaleciente. «Tiene los medios necesarios para aplicar medidas de estímulo económico: cuenta con dos billones de dólares en reservas de divisas; un presupuesto equilibrado, y un bajo endeudamiento», afirman en Batterymarch, gestora especializada en mercados emergentes de Legg Manson. Pero estar la primera en la línea de salida no implica siempre ser la primera en llegar a la meta.

Obstáculos que salvar

La economía china, por su componente de emergente, aún tiene muchos obstáculos que saltar para convertirse en el gigante que todos esperan que sea. El último informe de Merrill Lynch ha puesto el primer aviso sobre la mesa: «la economía china creció sólo un 6,8% en el cuarto trimestre de 2008, el menor crecimiento desde 1997, ya que tanto la producción industrial como la comercial se colapsaron». Tampoco les ayuda el hecho de que la demanda mundial del petróleo, de la que China es una gran importadora, se haya estancado; ni el retroceso que ha experimentado la recaudación de impuestos. «Los datos sobre impuestos demuestran una desaceleración mayor en el ingreso y el consumo de los últimos meses que lo sugerio por los datos sobre ventas minoristas», asegura Goldman Sachs en un informe recogido por Bloomberg.
El problema está en que el consumo se ha convertido en el principal motor de la economía, ante la caída de las exportaciones (sólo en enero retrocedieron un 17%). El gobierno chino es muy consciente y por ello ha lanzado un plan de estímulo que persigue el objetivo de impulsar el consumo y a la creación de empleo. Sin embargo, en Goldman Sach se muestran un tanto escépticos con el plan del gobierno chino. «Creemos que podría ayudar a crear empleos, pero quizá no impulse los salarios, el motor de crecimiento del consumo».
Muchos más optimistas están siendo los inversores. Tras recoger beneficios en 2008, han vuelto a fijarse en la renta variable china. Prueba de ello es el comportamiento que están teniendo los fondos de inversión, con ganancias significativas en el año. Sobre todo, destaca el comportamiento del fondo DWS Invest Chinese Equities, que se anota más de un 4% desde el 1 de enero.

(Fuente: «El Economista»)


RECUPERAR PARTE DEL BRILLO PERDIDO

Algunos fondos que invierten en China muestran una evolución esperanzadora este ejercicio. Es el caso de, por ejemplo, el “DWS Invest Chinese Equities”, que el que mejor se comporta desde el 1 de enero, con un avance superior al 4%. Pero no es el único. Le sigue de cerca, con un repunte de más del 3,5%, un producto de una gestora española. Se trata del “BBVA Bolsa China”, aunque a doce meses cede un 31%. Cierran el grupo de fondos en positivo en 2009 el “Threadneedle China Opportunities” y uno de la gestora BlackRock.