Banco Popular ha puesto en marcha la estrategia con la que espera reforzar su atribulado balance en los próximos dos años. El grupo presidido por Ángel Ron recurrirá a los mercados para captar 2.500 millones de euros y recapitalizarse. La difícil situación del negocio bancario en general, sumada a los lastres particulares de Popular (27.000 millones de euros en activos no productivos básicamente de origen inmobiliario), han obligado al grupo a ofrecer sus nuevas acciones con una rebaja del 41% respecto a los 2,31 euros a los que cotizaba el pasado miércoles, además de plantear «una suspensión temporal del reparto de dividendo», según apuntó la entidad.
La reacción en Bolsa fue inmediata en forma de fuerte castigo para los accionistas del banco, que vieron caer sus títulos un 26%. Esto supone que Popular firmó la peor sesión bursátil de su historia y que los títulos cerraron la jornada en los 1,7 euros, su menor nivel desde 1992. Y, además, elevó hasta el 60% la pérdida acumulada en los últimos 12 meses. En términos de capitalización, el banco perdió algo más de 1.330 millones de euros en sólo un día, lo que además reduce su tamaño a 3.797 millones. De esta manera, Popular se reafirma como el banco más pequeño de cuantos cotizan en el Ibex 35, en donde presente una capitalización similar a la de Acciona.
Ningún banco en España ha recibido ninguna ayuda pública (bueno sí, el Banco de Valencia), ni ningún banco español vendió preferentes a clientes inadecuados, ¿quizás rlas Cajas de Ahorro públicas? Por cierto, eso de que «funcionan por sus propios medios» es exactamente lo que está relatando esta noticia: un banco buscándose la vida para salir adelante. De todas formas, como un banco tenga que «echar la persiana», no veas como me voy a reír como eso le pase al banco donde tú, tus familiares o la empresa para la que trabajes tengan depositados sus ahorros.
La actual regulación y los mínimos de capital que pide el BCE a todos los bancos europeos son precisamente para que, si un banco en particular está en un escenario de crisis, este no necesite ser recatado ni con el dinero de los depositantes, ni el de los contribuyentes. Toda esta súper regulación que están sufriendo ahora los bancos es precisamente para evitar lo que ha ocurrido desde la crisis del 2008. Sin embargo, esta regulación también disminuye los beneficios de los bancos, y si a esto encima le sumas la transformación digital… Que por cierto, si no se rescatan a los bancos ahora mismo ni usted ni yo quizás tuviéramos trabajo. Todo podría haber sido peor de lo que fue, y es pero claro, esta lógica no interesa a muchos.
Noticia realizada por Oriol Castellà a través de elmundo.es
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