Al rescate de Europa

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El rescate blandoa España y su banca es la última expresión del cambio en la manera de gestionar la crisis de la eurozona. Impuesta (y aceptada) la disciplina presupuestaria, superados los escrúpulos soberanistas, los países del euro afrontan cinco retos entrelazados. El primero, Grecia: las elecciones pueden llevar a una ruptura pactada o a un colapso del sistema, pero también catalizar el imprescindible cambio de rumbo. El segundo, la capacidad de la eurozona de gestionar su crisis, empezando por la recuperación de confianza en España. El tercer reto es el del empleo y el crecimiento, sin los que no hay solución al problema de la deuda pública y privada. El cuarto, una unión económica mucho más profunda que acompañe a la moneda única y la proteja de turbulencias. El último reto, recuperar la legitimidad democrática y el apoyo de los ciudadanos. El giro hacia estas nuevas prioridades se está realizando contra el reloj, porque el fracaso en cualquiera de los cinco retos puede echar al traste los avances en los otros cuatro.

Los planes de ayuda a Grecia, Irlanda y Portugal consiguieron su objetivo inmediato (evitar un impago o un colapso total de esas economías), pero ni devolvieron a los países la solvencia, ni reactivaron sus economías, ni evitaron el contagio, ni aclararon las dudas sobre la zona euro. El coste de los rescates no se cuenta solo por (muchos) miles de millones, sino también en popularidad tanto de Gobiernos acreedores como de rescatados y, sobre todo, en legitimidad democrática de las decisiones nacionales y europeas.

La perspectiva de un rescate de esas características a una de las dos grandes economías del sur (Italia y España) se convirtió en la pesadilla de todos, potenciales rescatados, rescatadores y actores políticos y económicos del mundo entero, atemorizados ante el riesgo de implosión de la eurozona. Por eso se tensaron los nervios al revelarse el desaguisado de Bankia. Con España bajo ataque por los problemas de su sector bancario, nadie quiso esperar al desenlace de las elecciones griegas para ver una acción decidida de la eurozona.

El proceder con España refleja lecciones aprendidas con Grecia, Irlanda y Portugal. En primer lugar, no se ha esperado a la situación límite y se ha desplegado un arsenal ampliamente holgado, en apariencia, con respecto al tamaño del problema. En segundo lugar, se permite al Gobierno español salvar la cara, aceptando en parte su diagnóstico, reconociendo sus esfuerzos y centrándose en afrontar el problema específico de la banca. Por último, se ha evitado toda intención ejemplarizante o incluso penalizadora (nada de tipo de interés punitivo como el impuesto inicialmente a Grecia). En gestión de crisis, algo ha aprendido la eurozona. Si el rescate edulcorado funciona, se abre un camino que puede aprovechar Chipre (contagiado por la situación griega y sostenido por un crédito ruso) u otros, y se hace una apuesta para restaurar la credibilidad del Eurogrupo entero.

El trato más favorable a España crea un agravio comparativo con los rescatados anteriormente, y no resuelve los principales problemas: la anemia económica y el paro galopante. La necesidad de reavivar la economía e incluir en la ecuación el coste social y económico está por fin en el centro del debate europeo: los gobernantes han visto caer a demasiados de sus colegas en elecciones. Mientras Francia se resitúa, Berlín empieza a diferenciar sus objetivos a corto plazo (detener la hemorragia y evitar un estallido incontrolado), a medio plazo (reactivar el crecimiento y reducir el diferencial de competitividad) y a largo plazo (una unión económica con reglas fuertes, capaz de competir globalmente). En su foro interno Alemania ya ha efectuado un cambio importante: el Gobierno alienta un sensible crecimiento salarial y se resigna a más inflación para reanimar el consumo, reactivar la economía y cerrar la brecha con el sur.

Berlín va enmendando su diagnóstico y su estrategia y, sin renunciar a sus principios, propone una visión a largo plazo de una eurozona más integrada política y económicamente, con normas bien aplicadas por todos. No es un mal escenario para los países del sur, si saben convencer a Alemania de la necesidad de que el marco común les ayude al ajuste imprescindible, en vez de dificultárselo como ahora. El Gobierno alemán no defiende un mero interés egoísta, no busca la hegemonía ni quiere abandonar a sus socios en la cuneta, sino que trabaja, con más o menos acierto, para rescatar el proyecto europeo. Hacen falta socios genuinos, críticos y duros negociando, capaces de levantar la mirada por encima de lo inmediato, sinceros en su intención de construir Europa para acudir, junto a Alemania, al rescate de Europa. Una España bien rescatada tendría que ser el primero de esos socios

Jeremy Rifkin: «España podría crear millones de trabajos mañana gracias a sus edificios»

El cambio climático, el agotamiento de los hidrocarburos, la crisis económica, el movimiento del 15-M y sus franquicias alrededor del mundo, todo está relacionado y, según el economista, escritor y asesor político Jeremy Rifkin, tienen una solución común: abandonar el modelo agotado de la Segunda Revolución Industrial y abrazar la tercera, basada en las energías renovables e Internet. No hay tiempo que perder ni otra solución posible, el futuro es ahora y está en manos de las nuevas generaciones nacidas en la era de Internet.

Jeremy Rifkin, que publica La Tercera Revolución Industrial (ed. Paidós), pide a los jóvenes que tomen las riendas de un movimiento que modificará por completo el modelo energético, político y empresarial. Una revolución basada en el poder lateral que, según Rifkin, han sabido demostrar tan bien en las calles. Es tiempo de evolucionar y trasladar lo aprendido a las empresas, a la política y a la sociedad civil. «¿Dónde quieres estar de aquí a 20 años?» les interpela Rifkin. Una pregunta mucho más trascendental de lo que parece.

¿Internet y energías renovables son el binomio de la economía del futuro?

Si, se trata de una nueva revolución industrial, la Tercera Revolución Industrial, que creará millones de empleos en España y miles de oportunidades para pequeñas y medianas empresas. Hará que la economía vuelva a crecer y enderezará la seguridad energética y el cambio climático en el mundo.

La Segunda Revolución Industrial está agotada, el petróleo se están acabando, la tecnología es muy vieja, estamos inmersos en una crisis económica que ha dejado a millones de personas en España y en el mundo sin trabajo y la gente joven sale a la calle por todo el planeta para decir «basta». La Tercera Revolución Industrial, basada en las energías verdes y organizada y administrada desde Internet es la esperanza para las nuevas generaciones.

¿Que pasos está dando Europa para adaptarse a esta nueva Revolución Industrial?

La UE respalda formalmente este paso hacia adelante y Alemania está liderando este cambio. Hasta hace doce meses España se estaba moviendo deprisa como la otra mayor potencia de esta Tercera Revolución Industrial, pero ahora todo está estancado.

¿Y en que se basa exactamente esta Tercera Revolución Industrial?

Se basa en cinco pilares. El primero: La UE se ha comprometido a que el 20% de su energía sea renovable a partir del 2020. El segundo pilar se basa en la recolección de la energía verde. Las energías renovables se encuentran en todas partes; en el sol, el viento, las olas, incluso en la basura. Tenemos suficiente energía limpia como para proveer a la raza humana hasta el final de la historia, pero, cómo la almacenamos? En los edificios. El objetivo es conseguir que cada edificio en Europa y España se convierta en una pequeña planta de energía verde que lo haga autónomo para que no necesite ninguna energía extra. El pilar tres se basa en lograr un almacenaje óptimo para aprovechar al máximo esta energía. El cuarto pilar es Internet, que se convertirá en el sistema nervioso de esta revolución. En la Tercera Revolución Industrial las tecnologías de la comunicación convergen con las nuevas energías para convertirse en el canal de transmisión de la energía verde. La energía limpia almacenada en los edificios podrá ser redirigida y vendida por todo el mundo a través de un software instalado en nuestras casas igual al que ahora usamos para compartir y almacenar información en Internet. Por último, el quinto pilar se basa en el transporte verde. Podremos recargar nuestros coches eléctricos en cada esquina gracias a las pequeñas plantas de energía instaladas en los edificios.

Estos cinco pilares deben de desarrollarse al unísono, si uno crece más rápido que otro o se ponen en marcha de forma aislada se perderá la inversión. En el momento en que se pone en marcha esta nueva infraestructura se crean miles de trabajos. Es más, España podría crear miles de trabajos mañana por la mañana si lo hiciera.

¿Entiendo que para usted la salida a la crisis española pasa por apostar por la Tercera Revolución Industrial?

Si, España vive una crisis inmobiliaria que ha dejado a millones de personas que se dedicaban a la construcción sin trabajo. Apostar por los cinco pilares de esta nueva revolución permitiría reconstruir rápidamente el sector inmobiliario transformado los edificios en microplantas de energía verde. Esto crearía de forma inmediata millones de trabajos. En Alemania lo han probado y ha funcionado, si ellos lo han hecho, porqué no España?

La UE se tomó muy en serio la Tercera Revolución Industrial. ¿Con la crisis económica este proceso se ha ralentizado? ¿Está en riesgo?

El problema es el siguiente: si apostamos por la austeridad, como pide el mercado financiero internacional para que países como España demuestren que pueden pagar sus deudas, una vez que hemos hecho recortes se quejan de que no hay crecimiento. Lo que he tratado de explicar a la canciller Merkel y a Zapatero es que pese a que la austeridad es necesaria, tiene que ser responsable, tiene que asegurar que el modelo de Estado de Bienestar europeo no se resentirá.

¿Y que le contestó Zapatero?

Fuí su consejero hasta el año pasado, estuvo de acuerdo conmigo. Le advertí que sin un plan de crecimiento España se hundiría más y más en el agujero. La austeridad no puede relegar a un lado la Tercera Revolución Industrial o España y Europa serán cada vez más débiles.

No parece que en estos momentos esta sea la prioridad.

Debería serlo, de otro modo no habrá esperanza para la gente joven. Las nuevas generaciones han salido a la calle en un movimiento histórico que empezó en Madrid con el15-M y que se ha ido extendiendo por todo el mundo. Pues yo les digo, la Tercera Revolución Industrial es vuestra revolución, una revolución del siglo XXI basada en el poder lateral y la democratización de la energía y de la información. Creo que este movimiento tiene el mismo potencial que el de 1848 y el de 1968, aunque hay un gran ‘pero’: saber si la gente joven puede ser más sofisticada e ir más allá. Las nuevas generaciones deben de empezar a tomar el mando, las generación mayores no lo van a hacer por ellos. Deben movilizarse no sólo en la calle, sino en las urnas, en las empresas y la industria, en la sociedad civil. Es su turno.

Sus teorías no deben gustar mucho a las compañías energéticas. ¿Hay presiones desde este sector para que este cambio no se produzca?

El problema es que son un lobby muy poderoso, gastan miles de millones de dólares en comprar candidatos, cargos políticos, elecciones… Pero lee mis labios: No les necesitamos. Ahora la gente podrá tener su propia energía sin ellos, además, tenemos a industrias más poderosas de nuestro lado; como la de la construcción, la inmobiliaria, la automovilística… No me preocupa la industria energética, pronto serán dinosaurios.

Usted da la impresión de ser un optimista. ¿Lo es realmente o es que está obligado a serlo?

Nunca he sido optimista, pero tampoco soy pesimista, nada de esto es útil. Estoy esperanzado pero no soy naif, estoy convencido de que Internet y las energía distributivas crearán una poderosa economía que será sostenible y limpia, que creará millones y millones de trabajos y detendrá el cambio climático. Se que es una gran desafío, que será muy difícil, pero no veo un plan B. La otra opción es no hacer nada, pero entonces el mundo se desmoronará, de hecho, ya se está desmoronando. Así que la pregunta que cada humano de este planeta debe hacerse es: «¿Dónde quiero estar de aquí a 20 años?».

«Cuando la economía se reactive, la reforma hará que las empresas pierdan el temor a contratar»

¿Qué perjuicios tendría la empresa por pasarme a contrato fijo con la reforma laboral?
Entendiendo que el contrato que me indicas es de la modalidad eventual por circunstancias de la producción, la duración máxima será de 6 meses, dentro de un periodo de 12 meses. No obstante, por convenio puede establecerse otros límites. En principio, el «perjuicio» que tendría la empresa sería el mismo que con anterioridad a la reforma. Lo cierto es que con la reforma se rebaja la indemnización por despido improcedente, por lo que podría ser más beneficioso para la Empresa.

Indemnizaciones en caso de despido declarado improcedente
En caso de que la Empresa opte por el abono de la indemnización, no cabrán salarios de tramitación salvo que el trabajador despedido sea representante de los trabajadores.

Autónomos: capitalización de la prestación por desempleo
La capitalización es para aquellos que quieren constituirse como autónomos y no para los que ya lo son. No obstante, indicarte que cabe la suspensión de la prestación si la duración del trabajo por cuenta propia no excede de 24 meses.

Improcedencia del despido
Sería viable y posible que la empresa reconozca la improcedencia sin necesidad de ir vía CMAC. El depósito de la indemnización desaparece en la medida que ya no corren salarios de tramitación (salvo para los representantes de los trabajadores). 

«Modificación sustancial de las condiciones de trabajo» (*)
La empresa podrá cambiar las condiciones de trabajo, articulando este procedimiento, que exige tener unas causas (organizativas, productivas, tecnológicas o económicas) cuya existencia deberá ser justificada.

Absentismo laboral justificado y despido procedente
Para extinguir el contrato por dicha causa es necesario que las faltas de asistencia, aún justificadas, pero intermitentes, alcancen el 20% de las jornadas hábiles en dos meses consecutivos o el 25% en cuatro meses discontinuos dentro de un periodo de 12 meses. 

Fomentar la creación de empleo
Esta reforma adopta un conjunto de medidas dirigidas todas ellas a fomentar el empleo. Cabe prever que esta medida a corto plazo incremente el desempleo, pero en un futuro, cuando la economía se reactive, sin duda hará que las empresas pierdan el temor a contratar.

Contratos temporales e indefinidos
La reforma ha eliminado la suspensión, que con el anterior gobierno se había aplicado, de la imposibilidad de encadenar contratos temporales, por lo que a partir del 31 de diciembre de 2012 no se podrán encadenar contratos temporales en los términos previstos en el artículo 15.5 del ET.

Sueldo de los empleados y condiciones de trabajo
Con la nueva reforma existe una mayor flexibilidad para poder modificar la cuantía del salario. Pero para ello, como ya indicaba anteriormente (*), el empresario tiene que articular la figura de la modificación sustancial de las condiciones de trabajo. Alegando la competitividad, la empresa podría modificar las condiciones de trabajo, así como la cuantía del salario, siempre que acredite que dicha modificación realmente influye en la competitividad de la Empresa y en qué términos lo hace.

ERE’s en curso
Si el procedimiento legal establecido se inició con anterioridad a la vigencia de la presente reforma, en principio no será de aplicación la misma y os regiríais por la normativa anterior.

Valoración global de la reforma:  En términos generales, la reforma sienta las bases de un nuevo modelo de relaciones laborales, tendente a dar confianza a los mercados internacionales con el fin de reactivar la economía y por lo tanto activar la actividad de las empresas y por tanto la necesidad de contratar. El resultado de esta reforma lo tendremos que valorar a medio plazo.

Es una reforma mucho más profunda que la última del Gobierno socialista, supone implementar un nuevo modelo de relaciones laborales, establece las condiciones más favorables para crear empleo y devolver la confianza a los mercados financiero internacionales en el sistema productivo español. Sin embargo, no garantiza un incremento de empleo si no va acompañado de una recuperación económica que permita el acceso al crédito a las empresas y recuperación del consumo.

De cómo Goldman Sachs domina el mundo

Goldman Sachs ha participado en el derrumbe de Lehman Brothers y ha sido cómplice en la ocultación de la deuda griega

¿Creen ustedes en las historias de complots internacionales de influencia económica para dominar los entresijos del poder? Pues si es así, en el libro El Banco. Cómo Goldman Sachs dirige el mundo (editorial Deusto), del corresponsal en Londres de Le MondeMarc Roche, y Prix du Livre d’Économie 2010 (distinción otorgada por los periodistas franceses al mejor ensayo económico del año) se detalla cómo el banco de inversión ha influido en la actual crisis económica mundial y donde han trabajado altos cargos influyentes como Mario Draghi, actual presidente del Banco Central Europeo (BCE) y el dirigente italiano y excomisario europeo y actual primer ministro italiano Mario Monti.

Goldman Sachs ha participado en el derrumbe de Lehman Brothers, cómplice en la ocultación de la deuda griega y ha sido acusado por la Comisión del Mercado de Valores estadounidense de obrar fraudulentamente en la comercialización de hipotecas subprime.

El banco se ha convertido en El Banco, la entidad que para el autor de esta obra representa la metáfora más exacta de un modelo de especulación sin escrúpulos que colocó la economía capitalista al borde del colapso.

Visitando algunos de sus escándalos más sonados, el autor traza una biografía de la entidad que comprende desde su fundación hasta la actualidad.

No solo sus operaciones financieras están protegidas por un impenetrable secretismo, también su organización interna y su tupida red de contactos con el poder político y los líderes de las instituciones internacionales.

La obra bucea en los despachos del banco y rescata personajes que ilustran el perfil de miembro de la conocida como «hermandad Goldman».

El Banco queda así retratado en dos planos: en el institucional aparece como un supermercado económico enredado en innumerables conflictos de intereses; en el social, como un club de cachorros adictos a la conspiración y poco amigos de someterse a las instituciones democráticas.

Jugoso retrato de los grandes ejecutivos, de los acuerdos cerrados en los pasillos y de las conexiones con los grandes tomadores de decisiones políticas y económicas.

La ecuación matemática que causó el derrumbe del sector financiero

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La ecuación Black-Scholes se aplica a las opciones, que son acuerdos para comprar o vender una cosa a un precio específico en una fecha futura determinada. Por ejemplo, supongamos que queremos comprar un contrato de mil toneladas de trigo el 25 de septiembre de 2012 a 300 euros la tonelada.

Los mercados financieros no solo establecen contratos de compra y venta a un vencimiento determinado, sino que permiten también comprar y vender esos mismos contratos antes de su vencimiento, como si fueran mercancías de pleno derecho. La gran pregunta entonces es, ¿de qué me sirve ese contrato? Si el dueño de la opción de trigo quiere vender el 11 de junio, ¿qué precio debería pedir? ¿Cuánto estaría dispuesto a pagar? La ecuación Black-Scholes especifica un determinado precio basado en el valor probable del trigo en su vencimiento. Matemáticamente, se entiende que el precio se desviará de manera aleatoria de acuerdo con el estado del mercado. El modelo calcula el precio en el que en teoría se elimina el riesgo al comprar una opción.

¿Usted cree que la ecuación Black-Scholes es la culpable de la crisis?
Si existe un único factor al que se puede culpar de la crisis financiera ese es la desregulación masiva de los mercados financieros en la era Bush-Thatcher. Aquello abrió la puerta a multitud de métodos contables dudosos y paralelamente alentó a los ejecutivos a tomar riesgos cada vez más elevados con el dinero de otras personas para su beneficio personal. Digamos que era un choque de trenes anunciado.

Entonces, ¿qué tienen que ver las matemáticas con la crisis?
Ahora lo entenderá. El crash financiero no lo causó un único factor. Dudo que nadie entienda al 100% todo lo que ocurrió. La ecuación Black-Scholes es solo uno de los muchos factores involucrados. El modelo contribuyó de una manera muy concreta: facilitó un crecimiento exagerado del mercado de opciones a lo largo de la última década de este siglo, ofreciendo precios estándar a opciones y otros derivados. Si un trader usaba la ecuación Black-Scholes y perdía dinero decían que era mala suerte, no una decisión sin apenas criterio por parte del trader. El mundo financiero se inundó de confianza. La ecuación funcionaba bien en condiciones normales de mercado, lo que alentó a los bancos a usarla. La economía mundial floreció durante un tiempo porque el mercado de opciones creció…

Y entonces…
El mercado de derivados creció a lo grande, demasiado rápido, y se perdió el control. Para empeorar las cosas, los banqueros y los traders pronto se olvidaron de las limitaciones de la ecuación, es decir, de los supuestos específicos acerca de cómo el precio de mercado es probable que cambie. Esos supuestos son demasiado simplistas en cuanto los mercados se ponen nerviosos. Se asume que los grandes cambios bruscos en el mercado son extraordinariamente poco probables. De hecho, este tipo de cambios repentinos y de gran calado que el modelo predice deberían ocurrir una vez cada un millón de años, aunque en realidad pueden suceder -y suceden- muchas veces en una semana, especialmente cuando los traders empiezan a perder los nervios y el pánico se apodera de ellos.

¿Cuál es el problema de este modelo?
Hay varios problemas. La ecuación, como cualquier otro modelo matemático que han inventado los seres humanos, se basa en suposiciones. El trabajo detrás de la elaboración de esta ecuación dejaba claro que existían unos supuestos. Todo el mundo era consciente de que dichos supuestos no siempre miden con precisión el comportamiento del mercado. Sin embargo, la ‘sabiduría popular’ estimó que las excepciones eran poco frecuentes y que existen formas de reducir o eliminar el riesgo asociado. Tal es así que se decidió usar una propiedad como garantía y nadie preguntó qué podía pasar con los valores de propiedad si el mercado se hundía.

Me suena…
Muchas de las personas que utilizaban la ecuación hicieron caso omiso a las limitaciones, algunos no se dieron cuenta siquiera de que las hubiera. De hecho, se utilizaba la ecuación como si fuera algo mágico que les podía proteger de cualquier daño. Los ejecutivos de los bancos no entendían de matemáticas y trataron al modelo Black-Scholes como si fuera el evangelio. Los analistas que sí sabían de matemáticas no entendían qué estaban haciendo sus jefes, simplemente se dedicaban entregar los informes con la suma de beneficios. Hubo falta de comunicación.

¿Se continúa usando esta fórmula hoy?
Los operadores siguen utilizando la ecuación Black-Scholes. Espero que ahora sepan apreciar los peligros, aunque no sé si el sistema bancario ha aprendido algo de todo esto al margen de cómo extraer enormes cantidades de dinero de los contribuyentes para pagar por sus errores.

Explíqueme de otras ecuaciones involucradas en el mundo financiero
Hay muchas otras ecuaciones y modelos matemáticos para diferentes tipos de instrumentos financieros, tales como los derivados, que son un poco como las opciones, pero más complicadas. Estos modelos pueden ser, y en muchos casos son, incluso menos fiables que la ecuación Black-Scholes. El sector financiero ha construido un sistema que proporciona grandes beneficios cuando funciona pero que es tremendamente inestable cuando deja de hacerlo. Es como fabricar coches que van a la velocidad del sonido pero no tienen volante ni frenos. Cuando la cosa funciona, todo el mundo llega a su destino a una velocidad increíble aunque no hace falta ser un genio para prever que será un peligro y que en algún momento dado se producirá un choque masivo.

Tal y como lo cuenta parece que todo el sistema financiero es una ficción matemática que afecta a la vida real y a la gente real
Estoy de acuerdo. Muchas cosas que son vitales para nuestras vidas son ficciones similares. El sistema financiero es una construcción humana compartida. La raíz de todo esto es el concepto de dinero. El dinero tiene valor, porque todos estamos de acuerdo en que tiene valor. Si cambiáramos de opinión mañana y nos negáramos a aceptarlo, el dinero se convertiría en algo inútil. El sector financiero ha construido un edificio enorme y complejo basado en el dinero, y muchas de las inestabilidades se producen porque el dinero puede ser hoy transferido de inmediato a la otra punta del mundo, algo que no se puede hacer con los coches o las vacas. El mundo virtual del dinero le ha ganado al mundo real de los coches y las vacas. Ningún ingeniero volvería a construir algo tan inestable… o a tener el derecho legal para hacerlo.

¿La economía mundial necesita más matemáticas?
Déjeme decirle primero que no fueron las matemáticas las que causaron el daño. La ecuación Black-Scholes ha sido solo un factor, y de hecho ha funcionado bien y sus supuestos continúan siendo válidos. Fue el abuso de las matemáticas las que ayudaron a desencadenar la crisis, junto con una docena de otras razones: los banqueros cegados por la codicia que prestaron dinero a personas que nunca podrían pagar, la gente que tomó prestado el dinero y que sabía que no podría pagar, los ministros del Gobierno que no se detuvieron ni un instante para preguntarse en qué se basaba toda aquella prosperidad económica…

(…)
El abandono por completo de las matemáticas no es una opción viable. El sistema es demasiado complejo para ser ejecutado mediante el sistema de ensayo error, los presentimientos o lo que le dicte a uno el corazón. Los traders y los banqueros a menudo piensan que tienen un instinto especial para los mercados, pero se auto-engañan. Los estudios demuestran que un mono tomando decisiones al azar lo hace tan bien como ellos en los mercados. Así que debemos utilizar un enfoque más científico, aunque solo sea para comprender la naturaleza de los mercados y por qué son inestables, algo que nos permitirá rediseñarlos, imponer regulaciones sensatas, etcétera. Los actuales modelos matemáticos no representan la realidad de manera adecuada, un objetivo debe ser el desarrollo de mejores modelos. Otro tiene que ser reeducar a los banqueros acerca de las peligrosas inestabilidades del sistema que han construido.

¿Es cierto que debido a los fundamentos del propio sistema financiero es más probable que perturbaciones como las actuales se repitan en periodos más cortos en el futuro?
A menos que cambie drásticamente, sí. Es evidente si nos fijamos en el historial de los últimos 20 años. En 2007 el sistema financiero internacional negociaba derivados por valor de un cuatrillón de dólares al año. Esto es diez veces el valor total, ajustado a la inflación, de todos los productos fabricados por las industrias manufactureras del mundo durante el último siglo. Y todo empezó a finales de 1990. Esto demuestra que la economía virtual de derivados es mucho mayor que la real de bienes y servicios. Las finanzas viven en una nube en el país de Nunca Jamás. Esto nos lleva a burbujas especulativas a punto de estallar y que costarán a millones de personas sus puestos de trabajo, sus hogares, sus matrimonios, sus pensiones y sus ahorros.

¿Y qué sugiere?
El principal objetivo del sector financiero en este momento es hacer cada vez más dinero y cada vez más rápido. El precio que se paga por ganar dinero muy rápido y en grandes cantidades es la inestabilidad masiva. También se puede perder muy rápido y en cantidades incluso mayores. A menos que se realicen cambios drásticos y fundamentales en el sistema en su conjunto el gran impacto que viene será mucho peor. De hecho, en la distancia, ahora estamos en el comienzo de la próxima crisis, y la crisis ha ido más allá de los bancos y afecta a naciones enteras. Los buitres están recogiendo ahora de las naciones, una a una. Grecia es la que toca este mes, ¿cuál será la próxima?