Y si dejamos caer a los grandes bancos?

 

Dos importantes senadores republicanos se atrevieron a mentar a la bicha, la alternativa que han tratado de evitar por todos los medios el Gobierno, la Fed, la SEC y hasta la CIA: ¿Y si dejamos quebrar a los grandes bancos con problemas? El senador Richard Shelby aseguró que los bancos con más problemas ya están muertos, por lo que «deberíamos enterrarlos».

Y John McCain, el rival de Obama en las elecciones, añadió que se debe permitir quebrar a los grandes bancos aunque suponga un golpe para los accionistas (las caídas del 90% que acumulan ya son bastante golpe, de hecho).

¿Es la mejor solución? ¿Así de sencillo? Después de mantener vivos a Citi con 90.000 millones de dólares en fondos de rescate y cientos de miles de millones en garantías contra pérdidas de crédito, ¿el Gobierno debe cerrarlos directamente igual que el FDIC (fondo de garantía de depósitos) cierra pequeños bancos regionales?

No se le puede negar cierta razón a la propuesta: al fin y al cabo, Citi y Bank of America han hecho ya tanto daño a la economía que no merecen sobrevivir, al menos con su forma actual. Y es algo que a priori tiene más sentido que inyectar dinero indiscriminadamente a todos los bancos, estén sanos o enfermos. Ahora bien, cerrar uno de estos monstruos no es lo mismo que dejar quebrar una pequeña entidad local.

Paul R. LaMonica, autor del blog The Buzz en CNNMoney, explica que hay que hacer algo con todos los depósitos, activos y oficinas, aparte de las millones de operaciones en los mercados de las que estas entidades son contrapartida. Por otro lado, una vez que son intervenidos, no podrían venderse de golpe, sino divididos en trozos. Un proceso que sería largo y muy complicado, como nos enseña el precedente de AIG, que también demuestra que dividir un gigante financiero sale muy caro para los contribuyentes.

Pero la cuestión no es la forma en que se haría -siempre hay una forma-, sino el fondo. ¿Qué se pretendería dejando quebrar a los dos gigantes? Según Shelby, enviar un «contundente mensaje al mercado», después del cual la gente podría volver a invertir en los bancos… en los que están sanos, claro. Eso es teóricamente lo que pretendió el Gobierno de Bush dejando caer a Lehman Brothers, y hoy tenemos un vivo debate entre quienes consideran que eso fue un trágico error porque desató la tormenta actual, y quienes piensan que estuvo bien porque, si se le hubiera salvado, otro habría caído inevitablemente.

 

Fuente: www.eleconomista.com. Ainhoa Giménez, Bolságora | 0:15 – 10/03/2009