Sudáfrica, uno de los países mas imparciales que existen, le presenta a su nuevo presidente Cyril Ramaphosa, una tasa de desempleo dolorosamente alta, con un crecimiento económico débil y carente de negocios emergentes que potencien la economía del país.
También hay que destacar la gran desigualdad económica entre los habitantes del país, puesto que a diferencia de en países más ricos, donde la renta se acumula en las personas de 20 años, como en el caso de la Gran Bretaña, los 30 para el resto de la población europea, y los 40 en Estados Unidos, mientras que en Sudáfrica, esta edad llega y supera los 60 años de media.
En el campo de la igualdad de posesiones, es difícil establecer un orden justo de reparto de las tierras, debido a que, aunque una gran parte de la población terrateniente es blanca, el gobierno quiere que sea la población negra la que disponga de ella. Esto entra en conflicto, con los intereses internacionales, que aunque quieran igualdad racial, no pueden permitir que algunas personas pierdan sus tierras, por ser blancos.
En contraposición con estas medidas, las tasas de educación de la población sudafricana, suben como la espuma, ya que no han parado de crecer en los últimos 10 años. El incremento en el nivel de educación de la población más joven, llevara al país hacía un futuro más igualitario para sus habitantes.
Esto puede verse truncado por la gran cantidad de casos de corrupción abiertos en la administración sudafricana, que aunque cada vez son menos, siguen apareciendo de forma regular, minando de forma exagerada la credibilidad de la administración.
Hecho a partir de www.bbc.com
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