Como siempre en estas fechas aparecen conceptos que para algunos son viejos conocidos pero para otros son sólo conceptos que nos suenan de haberlos oído por ahí. Éste es el caso de inflación. Pero finalmente ¿qué resulta ser la inflación? y ¿para qué sirve, si realmente sirve para algo?
En el texto que nos presentaron en el temario de la asignatura de Economía del MBA de EADA, intentan darnos una aproximación a tal concepto, os paso a continuación un breve resumen del mencionado texto:
Inflación: Aumento general en el nivel general de los precios. No implica una subida de todos los precios sino que indica que hay más precios con tendencias alcistas que no al contrario. La inflación provoca que con el mismo dinero podamos comprar menos cosas.
Inflación no esperada y redistribución de la renta
Se define como renta real el poder adquisitivo de nuestra renta, es decir, la cantidad de bienes y servicios que podemos comprar con ella.
La inflación no esperada perjudica a aquellas personas cuyas rentas monetarias no aumentan tanto como los precios y a aquellas que no han podido aplicar medidas para hacer frente a tal inflación.
Tanto autónomos como empresas suelen repercutir la inflación en los precios de sus productos y servicios, pero la situación de los mismos dentro del mercado marcará si esta repercusión es o no superior a la inflación real.
Por otro lado los trabajadores por cuenta ajena que se encuentren en sectores donde los sindicatos sean fuertes podrán negociar unos aumentos salariales igualando el valor de la inflación o por encima de la misma. Aquellos trabajadores que se encuentren con poco poder de negociación se deberán conformar con lo que la empresa proponga, y puede pasar que el incremento salarial sea inferior al valor de la inflación con lo que pierden poder adquisitivo.
Ahorradores y personas con rentas fijas: Los que dispongan de rentas fijas se verán perjudicados por la inflación al no verse reflejada esta variación en su renta.
Los ahorradores que obtengan pagos de intereses inferiores a la inflación verán cómo se erosiona el poder adquisitivo de sus ahorros, el porcentaje será la diferencia entre el tipo de interés y la inflación, y si además le restamos lo que la madre hacienda te quita más te vale gastarte el dinero y como mínimo disfrutarlo!!!!!!!!!
Acreedores y deudores: Si se realiza un préstamo y no se tiene en cuenta la inflación la devolución se realizará con dinero de menor valor….esto no es del todo cierto, simplemente el dinero tiene menos capacidad de compra….Al revés, si el deudor está devolviendo una misma cantidad de dinero sin contemplar la inflación, cada año que pasa podríamos decir que devuelve el mismo dinero pero que éste tiene menos capacidad de compra.
Cuando la inflación es esperada
Cuando la inflación es esperada los efectos redistributivos son menos ya que las personas y las empresas se preparan para hacerle frente.
Medidas para hacerle frente: acuerdos salariales que marcan incrementos acorde con la inflación, estipular tipos de interés en los créditos que tengan en cuenta las predicciones de inflación, todo y que estas predicciones no son siempre correctas….pero no sé porque pero diría que los bancos siempre salen ganando.
Los esfuerzos por hacer frente a la inflación restan capacidad de producción, porque se dedican recursos a otras tareas que no son las productivas.
La inflación puede también frenar las inversiones y la tasa de crecimiento de la economía, ya que se puede confundir el aumento de precios por un aumento de la demanda o por la repercusión de la inflación lo que provoca incertidumbres.
El cálculo de un índice de precios
El conocimiento del índice de precios es necesario para poder compensar los efectos de la inflación, y para los gobiernos para saber si son necesarias medidas anti-inflación.
El índice de precios es la relación que existe entre el precio de un producto determinado en un periodo de tiempo X y el precio de ese mismo producto en un periodo de tiempo X+n.
Atención que es un índice de base 100, lo que significa que si el IP=160 significa que el precio ha aumentado un 60%, y si es de 75 significa que ha disminuido un 25%.
En Estados Unidos hay 3 índices de precios:
1. Índice de Precios al Consumo (IPC)
2. Índice de Precios a la Producción (IPP)
3. Deflactor implícito de Precios (DIP)
Son útiles para poder determinar a qué productos son más imputables los cambios en el índice general.
IPC
Tiene en cuenta unos 400 bienes y servicios distintos, que son los usuales de un consumidor urbano típico. Compara el precio de la cesta en el periodo X con el precio de la misma cesta en el periodo X+n.
Estos bienes y servicios se pueden agrupar por categorías (Alimentos y bebidas, vivienda, alquileres, gas y otros equipos, equipamiento del hogar y mantenimiento, ropa y complementos, transportes, servicios médicos, servicios de ocio y otros bienes y servicios) cada una de estas categorías posee su propio índice que agrupados conforman el IPC. Esta agrupación no se hace cómo media aritmética si no que es una media ponderada, donde las categorías donde los consumidores gastan más poseen un peso mayor en el índice final.
IPP y DIP
Se interpretan exactamente igual que el IPC.
IPP: refleja la tasa de inflación en los precios al por mayor de bienes acabados, tanto de consumo cómo de capital. Este índice refleja a medio plazo lo que puede pasar en el IPC ya que la inflación de los precios al por mayor se acaba reflejando en el consumidor final.
DIP: tiene en cuenta la variación de precios de todos los productos considerados en el cálculo del PNB. El PNB a su vez se ajusta con el DIP para poder comparar PNB’s de años diferentes sin la distorsión de la inflación.
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