Las restricciones y la incompatibilidad con el 100% de la pensión explican que sólo el 0,9% de los jubilados decida compaginar prestaciones y trabajo.
Apenas un 0,9 por ciento de los españoles de entre 65 y 74 años han decidido compatibilizar el cobro de la pensión con seguir trabajando: solo 33.823 de un total de 3,4 millones de pensionistas que hay en esa franja de edad. Esta modalidad, en vigor desde una reforma de 2013, se denomina «jubilación flexible o activa» y es utilizada principalmente por los autónomos: el 4 por ciento entre los que trabajan por cuenta propia y oólo un 1,5 por mil entre los asalariados de 65 a 74 años han decidido compatibilizar su pensión de jubilación con la prolongación de su vida laboral, la denominada jubilación flexible o activa.
En un entorno donde la hucha de las pensiones toca mínimos, con un déficit en el entorno del 1,5 por ciento en la Seguridad Social y con una esperanza de vida creciente, cuesta entender el porqué de un porcentaje tan insignificante, teniendo en cuenta, además, que se trata de un mecanismo útil para aquellos que no pueden ahorrar, algo cada vez más común en un entorno de sueldos a la baja. «La gente en España no se acoge a la jubilación flexible porque no compensa», sentencia el profesor del Iese Javier Díaz-Giménez.
La compatibilización requiere de ciertos requisitos, tanto para el trabajador como para la empresa, que restan atractivo a esta alternativa. Los expertos creen que el principal escollo para que no cuaje la jubilación flexible es que no permite cobrar el cien por cien de la pensión. La ley general de la Seguridad Social establece que la cuantía de la pensión de jubilación compatible con el trabajo «será equivalente al 50 por ciento del importe resultante en el reconocimiento inicial […] cualquiera que sea la jornada laboral o la actividad que realice el pensionista.
Esta limitación implica que «solo funciona entre personas con unas expectativas salariales muy altas», estima el profesor de la Universidad Pompeu Fabra, y autor del blog Nada es Gratis, Sergi Jiménez.
Fuente: Eleconomista
Opinión personal:
Me parece sorprendente que un porcentaje tan bajo de personas empleen la jubilación flexible. Con lo bajas que se encuentran las pensiones es normal que muchas familias y trabajadores piensen en seguir trabajando cuando están jubilados, pero el porcentaje es sorprendente solo algunos autónomos y otras personas que aman su trabajo (profesores, médicos) siguen en su puesto de trabajo después de llegar a la edad de la jubilación.
Aunque también es comprensible que la mayoría de gente después de llagar a está edad y estar toda la vida trabajando le apetezca descansar de una vez por todas, aunque tengan que renunciar a una parte de dinero muy notable.
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