Invertir en Estados Unidos, una apuesta ganadora desde 2009

Apostar en contra del índice de acciones de Estados Unidos ha sido una propuesta perdedora a lo largo del siglo XX. Es más, recientemente, el inversionista Warren Buffet mencionó que el siglo XXI verá un incremento del índice de acciones Dow Jones de hasta un millón, actualmente es de 24.508. Esa es una predicción razonable si tenemos en cuenta que durante el siglo pasado la tasa compuesta de retorno del Dow Jones fue del 5.81%. La afirmación de Buffet implica que dicha tasa será del 3.81% para todo este siglo.

No podemos saber si este augurio se cumplirá porque, como lo afirma el economista John Maynard Keynes, en el largo plazo todos estaremos muertos. ¿Quién puede esperar 100 años para obtener rentabilidad en sus inversiones?

El gráfico anterior muestra todos los mercados al alza que han existido en Estados Unidos desde 1900. En el eje X sus ganancias y en el eje Y la duración del mercado al alza. Siguiendo esta imagen se puede determinar que el aumento en el mercado, que comenzó en el 2009, solo es comparable con los periodos 1920-1929 y 1990-1999. Ambos momentos de la historia finalizaron con un ciclo de euforia seguido de un colapso financiero, un patrón a tener en cuenta en 2018.

Podemos dividir el actual mercado al alza en 3 fases. La primera de ellas comenzó en el 2009 y nació gracias a los esfuerzos de estímulo monetario coordinado por los bancos centrales más importantes del mundo, lo que creó un aumento del 150% en el índice accionario S&P. Está fase terminó en 2012, con una corrección del 17%.

 

La segunda fase corresponde a la de un mercado al alza sin convicción porque la mayoría de actores creían que dicho estímulo era efímero. En este periodo el índice de acciones S&P subió el 50% y terminó con una corrección en 2015 de 17%.

Durante la tercera y última fase, que comenzó en febrero de 2016, el índice de acciones ha subido el 40% y llevamos 20 meses de un auge que pone a este periodo de tiempo como el más eufórico para el mercado. Sin embargo, también se corresponde con el momento previo al colapso de una burbuja financiera porque no sabemos hasta cuándo vaya a durar este ciclo.

¿Qué pasó en los mercados emergentes?

Una mirada a los mercados emergentes muestra una fotografía distinta. Durante la fase inicial del mercado al alza, los precios del índice de los mercados emergentes rebotaron junto con los ‘commodities’. Por su parte, la fase secundaria empezó con una caída de estos mercados y terminó con el gran ‘crash’ de los ‘commodities’ del 2015. No obstante, durante la tercera -y última fase- los emergentes rebotaron al alza en los mercados desarrollados, pero los ‘commodities’ no se recuperaron del todo y aún no alcanzan los precios del 2014.

Esto quiere decir, que invertir más en los mercados de Estados Unidos, que, en los emergentes, ha sido una apuesta ganadora desde el 2009.

Sin embargo, este periodo de auge culminará y con la tercera de las fases que hemos mencionado. Por lo tanto, desde MacroWise vemos un exceso de compresión de volatilidad y un ciclo de subida de tasas de interés. Como lo hemos abordado en otras columnas, los países más vulnerables por el ciclo actual de liquidez en Estados Unidos son los exportadores de materias primas.

¿Qué puede pasar el año que viene? Es posible que esta foto se repita y que el primer semestre del 2018 esté marcado por la continuación de la euforia en las acciones de Estados Unidos, en particular en los sectores tecnológico y manufacturero.

 

No obstante, no podemos olvidar que las burbujas terminan en una gran corrección que puede afectar nuestros ahorros por muchos años. Un ejemplo de  esto ocurrió en el año 2000 cuando la burbuja del ‘punto com’, causó que el índice S&P500 tardara 6 años y 3 meses en recuperar los niveles anteriores a la crisis. Por su parte, la gran recesión de 2008 produjo un retardo en la recuperación de ese índice que duró 4 años y 10 meses.

Por lo tanto, hay una pregunta que deben hacerse los administradores de portafolios de inversión antes de que termine el año:

¿Vale la pena apostarle a la euforia de corto plazo si puede costarme una pérdida de la que me recuperaré en al menos cuatro años?

 

ALEIX BATISTA.

FUENTE: DINERO

EE.UU. creció 3,2 % en el tercer trimestre de 2017

Dolares

La economía estadounidense mantuvo un sólido crecimiento en el tercer trimestre de 2017, pese a una leve rebaja hasta registrar un ritmo anual de 3,2 %, la mayor tasa desde comienzos de 2015, informó este jueves el Gobierno.

 

El Departamento de Comercio publicó el último de sus tres cálculos sobre la evolución del producto interior bruto (PIB) entre julio y septiembre en Estados Unidos, una décima menor que el 3,3 % anticipado previamente.

Supone, no obstante, un repunte respecto al ritmo del 3,1 % del segundo trimestre del año y hace prever una expansión importante en el último trimestre del año, tradicionalmente el más fuerte del año para el país norteamericano.

Es, además, la primera vez que la economía estadounidense encadena dos trimestres consecutivos de tasa anualizada de crecimiento superior al 3 % desde 2014.

El dato definitivo del tercer trimestre vino impulsado por un menor aumento en el gasto de los consumidores, que supone dos tercios de la actividad económica en el país, y creció un 2,2 %, frente al 2,3 % anticipado previamente.

 

El gasto público avanzó un 0,2 %, frente al 0,1 % previsto; y la inversión empresarial siguió con un alza importante del 4,7 %. La sostenida mejora económica de Estados Unidos ha llevado a la Reserva Federal (Fed) a elevar en tres ocasiones en este año los tipos de interés, la última hace una semana, hasta dejarlos en el rango de entre el 1,25 % y 1,5 %.

De este modo, la economía estadounidense muestra un buen impulso de cara a 2018, especialmente después de que este miércoles el Congreso aprobara la mayor reforma fiscal del país en varias décadas, con notables recortes de impuestos a las empresas y a muchos estadounidenses.

El plan fiscal fue la gran promesa económica del presidente Donald Trump para su primer año de mandato. En concreto, la propuesta rebaja el impuesto de sociedades, la tasa que pagan las empresas, del actual 35 % al 21 %, algo que permitirá que EE.UU. vuelva a ser «competitivo» a nivel mundial y retener a empresas en el país, en palabras de Trump.

El mandatario ha asegurado que, una vez en vigor la reforma fiscal, el crecimiento anual de EE.UU. podría superar el 4 %, algo no visto en casi dos décadas en la primera economía mundial. «Por ahora, creemos que un crecimiento del 3 % en último trimestre del año es una suposición de trabajo decente, aunque no podemos descartar algo tan bajo como 2 % o alto como 4 %», dijo Ian Shepherdon, economista jefe de Pantheon Macroeconomics.

Desde la Fed, sin embargo, se ve con más cautela el posible empujón económico como consecuencia del recorte de impuestos y su presidenta saliente, Janet Yellen, lo consideró «modesto» y apuntó que será un «desafío» alcanzar ritmos sostenidos del 4 % anual prometido por Trump.

El banco central estadounidense situó las previsiones de crecimiento para este año y el próximo en el 2,5 %.
En el mismo sentido se expresó la calificadora de riesgo Moody’s, que adelantó que espera que «la reforma fiscal impulse la actividad económica entre una y dos décimas del PIB anual, debido principalmente a un aumento del consumo de los hogares».

Las buenas perspectivas económicas en EE.UU. se sustentan, además, en el buen comportamiento del mercado laboral, con una tasa de desempleo actual del 4,1 %; y un repunte en el crecimiento mundial que apoya la demanda externa.

Por su parte, los mercados financieros continuaron hoy con el optimismo acerca del futuro económico, y el Dow Jones de Industriales, el principal indicador de Wall Street avanzaba un 0,47 % cerca de la media jornada.

ALEIX    BATISTA.

 

FUENTE: PORTAFOLIO

Argentina cierra 2017 con una inflación del 24,8%, un 46% más de lo previsto

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A Argentina le cuesta ser un país normal. El dato económico que más la diferencia de sus vecinos es la inflación. El país austral cerró 2017 con un aumento de los precios del 24,8%, sólo superado por Venezuela y un puñado de países africanos. Según la cifra oficial difundida este jueves, la inflación fue casi un 46% superior al máximo previsto por el Banco Central de la República Argentina (BCRA) para 2017 y diciembre fue el peor mes del año, con un 3,1%, el doble que un mes antes. En sólo un mes, Argentina superó la inflación anual de Brasil, que fue del 2,95%.

Mauricio Macri llegó a la Presidencia con la promesa de poner fin a este mal endémico de Argentina que saquea el bolsillo de los trabajadores, en especial de los que dependen de la economía informal y tienen difícil renegociar sus salarios, y que tiene un duro impacto en la productividad y la balanza comercial, dado que Argentina es el país más caro de la región. El Gobierno asegura que logrará el objetivo, pero a un ritmo más lento del previsto. Hace dos semanas, el equipo económico rectificó las metas de inflación. Del 10% para 2018 al 15%, del 5% de 2019, al 10%.

El cambio acerca las expectativas oficiales a las del mercado, pero queda aún por debajo. Los economistas estiman que el número final de 2018 oscilará entre el 17 y el 20%; muchos argentinos temen que será incluso mayor, debido a los bruscos aumentos con los que ha arrancado el año. El Gobierno ha autorizado este enero incrementos de hasta el 60% en trenes y autobuses, del 24% en electricidad y del 30% en agua. Los impuestos municipales en el cinturón urbano de Buenos Aires subirán en 2018 hasta un 60% y se han aprobado también incrementos en los servicios de prepaga (cobertura médica privada), peajes y colegios privados. Los sindicatos aún no hablan de cifras, pero sí adelantan que exigirán aumentos salariales superiores a la inflación prevista cuando comiencen las negociaciones colectivas.

Los tarifazos en transporte y servicios básicos responden a la estrategia del Gobierno de retirar los ingentes subsidios aplicados por el kirchnerismo y que tenían un gran costo para las arcas públicas. Pero la clase media tiene que sumar estos gastos antes irrelevantes a muchos otros, como los del supermercado, que no son sólo son superiores a los de los países vecinos sino también a lo que se paga en Europa.

Optimismo excesivo

Argentina cierra 2017 con una inflación del 24,8%, un 46% más de lo previsto

Prometer que bajaría la inflación en poco tiempo «fue un error» del Gobierno, según Federico Semeniuk, gerente de estrategias financieras de la consultora Ecolatina. Semeniuk destaca que otros países que aplicaron metas de inflación, como Perú, Colombia o Chile, necesitaron más tiempo para bajar la escalada de precios. Por eso, cree que el Gobierno macrista avanza «en la dirección correcta», como demuestra el descenso del 40% de 2016 al 25% de este año, pero el hecho de «haber sido demasiado optimista» le juega en contra en la percepción ciudadana.

Semeniuk cree que el aumento de tarifas es uno de los obstáculos para que la inflación descienda más rápido, pero no el único. Es necesario también corregir el déficit fiscal y desmontar cierta inercia inflacionaria, que lleva a los empresarios a subir los precios cada vez que el dólar sube y a los sindicatos a exigir subidas salariales que recompongan su poder adquisitivo.

Ramiro Castiñeira, director de la consultora Econométrica, se remonta hasta 1935, cuando se creó el Banco Central argentino, para explicar el origen problema. «En su primer siglo de historia, Argentina tuvo una inflación promedio del 3%, con variaciones que respondían a los vaivenes de la economía internacional», dice Castiñeira. Tras la creación del Banco Central y la decisión posterior de comenzar a cerrar su economía, «el Gobierno le empieza a dar a la maquinita [de imprimir billetes] para financiar el gasto público», señala, y, salvo escasas excepciones, «la mayoría mantuvo esa dinámica», con inflaciones casi siempre de dos dígitos.

«Argentina le ganará la batalla a la inflación solo cuando equilibre sus cuentas públicas. En Argentina siempre gastamos más de la que tenemos y lo queremos cubrir o con emisión o con deuda externa. Ninguno de los dos caminos es sano, los dos siempre terminan mal», advierte Castiñeira, quien cree que la pelea debe centrarse en el control del déficit.

La estrategia del Banco Central para atacar el problema, ofrecer unos tipos de interés muy elevados -mucho más que los demás países de la región-, ha provocado cortocircuitos con el Gobierno. Los jugosos tipos de interés atraen a numerosos inversores, pero alejan el dinero de la economía productiva, esencial para generar nuevos puestos de trabajo y crecimiento. Tras relajar las metas de inflación, el organismo monetario redujo 75 puntos básicos la tasa, hasta el 28%, una reducción inferior a la que quería el equipo económico de Macri.

El margen del Banco Central es pequeño, argumenta Semeniuk. «Al relajar la meta de inflación, paradójicamente le pone más exigencia. En fútbol diríamos que le agrandaron el arco (portería) y errar el penal es una mayor pérdida de reputación. Antes se lo tomaba como una referencia, hoy no cumplir la meta de inflación es peor», asegura.

El macrismo obtuvo un respaldo contudente en las elecciones legislativas del pasado octubre. Sus políticas cuentan también con el beneplácito de gran parte del mundo económico argentino e internacional, que aplaude el fin de las restricciones cambiarias, la progresiva reapertura del país, la mejora de la seguridad jurídica y la recuperación de las estadísticas públicas, entre otras medidas. Tras un 2016 en recesión, la mayoría de indicadores son ahora positivos. Pero sigue en rojo la inflación, convertida en el enemigo más visible de Macri.

Los aeropuertos de Aena cerraron 2017 con un récord histórico de 249,2 millones de pasajeros

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Esta cifra supone un aumento del 8,2% respecto al tráfico de viajeros de 2016.

El ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, ha revelado este jueves que los aeropuertos de Aena en España cerraron 2017 con un récord histórico de 249,2 millones de pasajeros, sobrepasando en un 8,2% el tráfico de viajeros del año anterior.

Así lo ha explicado De la Serna en un comunicado, en el que se felicita por la decisión de la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA) de elegir Madrid como sede de su mayor centro de operaciones del mundo.

De esta manera, el centro de Madrid, que ya gestionaba la región europea, pasará a gestionar también las regiones de América del Norte, América Latina, África, Oriente Medio, y parte de Asia.

La IATA gestionará las operaciones de las 280 líneas aéreas pertenecientes a la Asociación, representativas del 83% del tráfico mundial, cuyo volumen en venta de billetes aéreos supone aproximadamente 150.000 millones de dólares (125.549 millones de euros).

ANÁLISIS

Por su parte, Enaire, la empresa encargada de la navegación aérea, gestionó 1,99 millones de vuelos (también récord histórico) en 2017, lo que supone un incremento del 6,7% respecto a 2016.

Con este aumento, que supera en 2,6 puntos porcentuales a la media europea (4,1%), España encadena 51 meses de crecimiento del tráfico aéreo.

En concreto, los vuelos internacionales subieron un 6,9%; los nacionales, un 4,9%, y los sobrevuelos, un 8,2%.

 

ALEIX BATISTA FREIXAS

FUENTE: EXPANSIÓN

LA IMPARABLE SUBIDA DE LA ECONOMÍA CORPORATIVA

En un mundo que contiene más dispositivos móviles que habitantes, la industria del internet móvil aporta ya 12.000 millones de euros al año a la economía española. Es, por tanto, una realidad que gran parte de la población se siente desnuda sin su ‘smartphone’, en el cual se quieren integrar todos los servicios y utilidades necesarias en forma de ‘app’. El mercado de las aplicaciones móviles crece a gran velocidad, ya que el lanzamiento de una ‘app’ requiere poca inversión de capital y llega a una audiencia muy amplia. Así, la comodidad de este nuevo canal ha propiciado una gran masa de nuevas ideas convertidas en aplicaciones, pero también los antiguos negocios que se suman a la corriente de las ‘apps’.

Unos 15 años atrás, la mayoría de empresas a nivel global se adentraron en la tecnología de internet con el fin de tener presencia en la red. Crearon, así, las páginas web corporativas como plataforma interactiva que permite al usuario consultar información sobre ellas a través de la pantalla de su ordenador personal.

Ahora, con la adopción del ‘smartphone’ de uso diario y casi imprescindible, el trabajo que tienen las corporaciones para llegar al cliente va más allá. Ya no es suficiente con tener presencia en los buscadores de la red, sino que es preferible ser visibles también en los ‘markets’ de aplicaciones. Aparecer en los móviles del cliente. Las ‘apps’ corporativas son la nueva tendencia, tan extendida como lo fueron en su día las páginas web. «Incluso los sectores más maduros, como el del automóvil se han sumado a crear una ‘app’ y mantener una nueva conexión con sus públicos», analiza Carles Ferreiro, CEO de Dotopen y organizador de Appcircus, un novedoso concurso de ‘apps’ emprendedoras que lleva ya celebrados más de 150 eventos en todo el mundo.

Appcircus busca nuevas propuestas con mucho potencial que necesitan ayuda en promoción y visibilidad. En el último evento, celebrado el pasado jueves, resultó ganadora la joven propuesta Glovo, una plataforma de conexión de usuarios cliente con mensajeros. Ferreiro comenta los criterios que sigue el jurado del concurso: «Una ‘app’ de éxito tiene que solucionar una necesidad recurrente, a poder ser diaria, y de una gran cantidad de usuarios». Siguiendo esta premisa, el CEO apunta que las empresas deben ofrecer un servicio al cliente mediante su aplicación: «Las páginas web podían ser puramente informativas, pero una ‘app’ corporativa debe aportar valor, ser de utilidad para el cliente y establecer un ‘feedback’ con él».

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COMENTARIO:

Ya en las puertas del 2018 toca hacer un pensamiento sobre las nuevos avances tecnológicos / económicos realizados por emprendedores en el transcurso de 2017 hacía atrás.

Taxistas, aerolíneas, inmobiliarias, tiendas de ropa e incluso el Gobierno se está dando cuenta de que se pierde dinero por varios sitios. La alarma ya se encendió en el mismo momento que entró Cabify en todo el mundo, o AirbBNB.

Cada vez son más las aplicaciones que te llevan al uso directo en la llamada ‘’economía corporativa del siglo xxl’’. La gente opta por desplazarse a través de un particular que no un taxista oficial, como también para realizar largos recorridos por el país (BlaBlacar).

OPINIÓN: Este movimiento va a ir a más, pero como todo avance hay que dejar algo atrás. En este caso son por ejemplo los taxistas, donde están en lucha contra el avance tecnológico de su sector.

Aún no es un resultado alarmante, pero sí que  el resultado empieza a verse aumentado por la mentalidad de todos los jóvenes de 18 a 40 años. Poder hacer todo a través de tu móvil, gracias a la app correspondiente.

FUENTE: FORBES

ALEIX BATISTA FREIXAS.