Bankia ha vuelto hoy a cotizar en Bolsa con un desplome del 26% en su primer movimiento tras estar suspendida desde el jueves, con lo que las acciones del banco han caído de los 1,57 a 1,15 euros. El repunte de las dudas que surgen de la nacionalización de la entidad, además, ha pasado factura a la deuda española, que a partir de las 09.00 ha subido con determinación hasta superar amplimente los 510 puntos básicos.
Las acciones de Bankia han marcado su mínimo en 1,10 euros, precio que suponía una caída del 29,9%. Luego el retroceso se ha aminorado hasta niveles del 7% pasadas las 12.00 (1,46 euros). Pero los analistas de los bancos de inversión internacionales que han publicado hoy sus valoraciones creen que el desplome aún puede ser mucho mayor, y manejan precios objetivos de 0,20 o 0,30 euros por acción, en los casos de Nomura o JP Morgan, aunque las diferencias entre analistas son importantes. Deutsche Bank sitúa su valoración o precio objetivo en 0,50 euros por acción, Espírito Santo en 0,90 euros y Mediobanca en 1 euro.
La prima de riesgo, por su parte, ha llegado a rebasar los 512 puntos básicos, su máximo histórico, después de que EL PAÍS publicase este domingo que el Gobierno planea pagar el rescate de Bankia inyectando directamente títulos de deuda pública sin pasar por el mercado, de lo que se han hecho eco las agencias financieras y los principales medios internacionales. Generalizar esa estrategia para el rescate del sector financiero podría suponer 50.000 o 60.000 millones más de deuda pública.
Banco Financiero y de Ahorros (BFA), matriz de Bankia, pidió el pasado viernes una inyección de capital de 19.000 millones de euros más, que se suman a los 4.465 millones de participaciones preferentes de la entidad en manos del Fondo de Reestructuración y Ordenación Bancaria (FROB) que se convertirán en acciones. Además, después de que la filial presentara sus resultados el viernes, hoy será el turno de BFA, cuyas cuentas de 2011 pueden arrojar las mayores pérdidas en la historia del sector financiero español. Desde la clase política, aumentan las voces del propio PP que reclaman expliaciones públicas sobre lo ocurrido. Las últimas han sido las de los presidentes de Extremadura, José Antonio Monago, y el de Valencia, Albert Fabra.
MÁS INFORMACIÓN
Bankia y la prima de riesgo están condenadas a compartir destino en los mercados. La crisis de la entidad financiera ha mostrado al desnudo el vínculo pernicioso entre la banca española y la deuda soberana: el sistema financiero español no puede ajustar el valor de sus inflados activos crediticios sin inyecciones de capital público.
Según José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney, “la prima está condicionada a lo que haga la banca española, pero debería aumentar”. El mayor impacto, sin duda, se notará en los bancos, que este lunes están cayendo en bloque en la Bolsa, lo que ha arrastrado al selectivo español Ibex 35 a pérdidas a los pocos minutos de empezar la sesión. En su opinión, la CNMV debería limitar de nuevo las ventas en corto sobre valores bancarios “hasta que se aclare el futuro de las demás entidades intervenidas y se conozcan las auditorías externas anunciadas”.
La tensión en la prima de riesgo en las últimas semanas se explica por el temor a que una salida de Grecia del euro provoque una huida de depósitos de los bancos españoles. Pero también a que el Estado tenga que hacerse cargo de más bancos españoles.
De hecho, aún no está claro cómo se articulará la ampliación de capital que inyectará los 12.000 millones que necesita Bankia. Si los accionistas privados de la entidad (unos 350.000 que controlan el 55% del capital) no acuden a la operación, verán diluida su participación a menos del 10%, dependiendo de cuáles sean las condiciones de la operación. Pero cabe pensar que no tendrán mucho interés dadas las minusvalías sufridas: Bankia ha perdido en Bolsa cerca del 70% desde que empezó a cotizar en julio de 2011.
Por eso, el Gobierno se plantea entregar directamente títulos de deuda pública o del FROB a cambio de las acciones que emita BFA, lo que evitaría al Tesoro Público tener que recurrir al mercado en un momento en que los inversores exigen a la deuda soberana española un rendimiento récord desde que existe el euro.
Además, el repunte de la prima de riesgo, que el viernes marcó su mayor nivel al cierre en 494 puntos y hoy ya está sobre los 500. “Sin duda que ello incide en el círculo vicioso entre riesgos bancarios y soberanos”, señala Ángel Berges, socio de Analistas Financieros Internacionales (AFI). Pero eso es lo que ha hecho el Banco Central Europeo (BCE) con sus últimas inyecciones de liquidez: dar dinero a los bancos para que compren deuda pública. “Me temo que, una vez abierta esa espita, solo nos queda seguir alimentando la bestia: BFA-Bankia debe tener unos 40.000 o 50.000 millones de deuda pública comprada hasta ahora; poco importa, en tal caso, que tenga 19.000 adicionales que se entreguen directamente a cambio de emitir acciones”, añade.
En su opinión, solo hay dos alternativas: que el BCE compre directamente deuda pública española, y no a través de los bancos, o que el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) inyecte recursos propios a los bancos, sin tener que pasar por el Tesoro.
Pero esto no es ni mucho menos la punta del iceberg, Bankia ha anunciado públicamente que el dinero que se inyectara en sus arcas, no deberá ser devueltto por la entidad bancaria. A provocado quee otras entidades financieraas hayan pedido el mismo trato de favor.
Estas entidades junto a bankia necesitan una aportación de capital de mas de 50.000.000.000 millones de euros una cifra escalofriante si pensamos que deberá salir del bolsillo del contribuyente.
Esperaremos a ver como cierra la bolsa española el día de hoy, pero puede ser un punto de inflexión en los mercados.