El BCE dejará de imprimir billetes de 500 euros

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El Banco Central Europeo podría tomar la decisión este miércoles dejar de imprimir billetes de 500 euros. El pasado mes de febrero, Mario Draghi, el presidente del BCE que el organismo estaba considerando retirar de la circulación dichos billetes. Esto viene causado porque según la opinión publica están siendo utilizados para actividades delictivas, como la corrupción o la financiación del terrorismo. Aun así, para su total retiración del mercado pasarían años, incluso después del cese de su impresión se seguirán pudiendo canjear en las oficinas de los bancos centrales.

Según Hacienda a partir de la información del banco de España, los billetes de 500 euros equivalen al 75% del total del dinero en circulación que equivalen a 45.528 millones de euros, esta cifra se ha disparado ya que en la entrada en vigor de la moneda única era solo un 25,1% del total. También el porcentaje es más del doble que el resto de la zona euro.

Esta situación está trayendo controversias debido a que no todos los economistas están de acuerdo porque dicen que aun así se buscaran otras formas de seguir delinquiendo, aunque no sea utilizando este billete y además el coste que eso supondría debido a que se deberían sustituir por otros billetes de 100 o 200 euros además del coste de la logística y distribución.

Elaborado por Chantal Choni,

A partir de la fuente: El Periódico

#EntornoEconomico: Juncker: “No hemos superado la crisis económica”

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Ocho años después del inicio de la Gran Recesión, Europa sigue metida en problemas. «La recuperación todavía es frágil: la crisis no se ha superado», ha admitido hoy en el Parlamento Europeo Jean-Claude Juncker, El jefe de la Comisión Europea. Tanto Juncker como el jefe del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, han pasado de puntillas por el llamamiento del presidente del BCE, Mario Draghi, acerca de la necesidad de «repensar» la política fiscal de la eurozona. La frágil recuperación europea se apoya en el desplome de los precios del petróleo y en una política monetaria expansiva que está acercándose a sus límites; Juncker y Dijsselbloem no apoyan, de momento, una política fiscal más activa.

«La posición fiscal neutral de la eurozona es la adecuada», ha afirmado el presidente del Eurogrupo. Dijsselbloem, sin embargo, ha puesto el dedo en la llaga: «Algunos países puede hacer más que otros: los que tienen excedente presupuestario pueden invertir más», ha dicho en un mensaje teledirigido a Berlín. La eurozona se ha propuesto activar una capacidad fiscal en 2017: algo parecido a un seguro de desempleo común. «No hay consenso político todavía al respecto, pero hay que empezar a debatir ese mecanismo», ha dicho el holandés. «No se puede dejar la política económica del euro solo en manos del BCE», ha explicado.

El PIB del euro se recupera, pero a un ritmo históricamente bajo respecto a otras recuperaciones, lastrado por las lesiones que ha dejado la Gran Recesión y en particular por un ejército de 23 millones de parados en la UE. Dijsselbloem ha destacado el desempleo «inaceptablemente alto» y el endeudamiento «excesivo». Y ha asegurado que la recuperación «está relacionada con factores externos, como la caída del precio del petróleo, que no controlamos». Las recetas de Juncker y Dijsselbloem para salir de ese cuello de botella son más de lo mismo: reformas, el plan de inversión de Juncker y una política fiscal neutral, que los mandarines del euro se niegan siquiera a debatir, a pesar del llamamiento reciente al respecto de Draghi.

«Tenemos que reabrir un debate sobre la política fiscal europea», dijo hace unos días Draghi en Fráncfort. El BCE quiere que los países que acumulan desequilibrios sigan tratando de reducir el déficit y la deuda pública, pero considera que hay países (básicamente, Alemania y Holanda) en los que hay margen para acometer inversiones públicas y estímulos fiscales. Bruselas sostiene que las dos últimas crisis ya obligan a una cierta expansión fiscal: Francia y otros países van a gastar algo más en seguridad después de los últimos atentados (y es muy posible que ese gasto no compute para las metas de déficit) y Alemania va a tener que gastar también ante la llegada de un millón de refugiados. Es poco probable que eso baste en medio de turbulencias por la llegada de la crisis a los emergentes y los primeros síntomas de lío en los mercados, con varios hedge funds suspendiendo los reembolsos de sus partícipes, una situación que recuerda peligrosamente a la de 2007.

No parece que haya nada más en la chistera de la política económica europea: Dijsselbloem se ha limitado a asegurar que la política fiscal «va a ayudar» a la reactivación, y ha pedido a los eurodiputados de Estrasburgo que no confíen en milagros: «La economía europea, tanto el Estado como las empresas y familias, está sobreendeudada, y se necesita tiempo para resolver las crisis de deuda». El jefe del Eurogrupo incluso ha echado una palada de arena sobre el esquema de garantía de depósitos común presentado hace unos días por la Comisión: «Antes de mutualizar hay que reducir riesgos: limitar el riesgo soberano en los bancos». «Reducir riesgos y mutualizar deben ir a la par», ha dicho Dijsselbloem, que se alinea así cada vez con mayor claridad con el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, que se opone a la propuesta de Juncker y reclama que sus cajas locales (las sparkassen)  se queden fuera de ese esquema. «Hemos cometido errores en los últimos años», ha apuntado el holandés en un inusual mea culpa. Es posible que la inacción en la política fiscal sea uno más de esos errores en la coyuntura actual.

COMENTARIO: Como se puede observar, Europa aún está en recesión y necesita plantearse una reestructuración de la economia y una estratégia para no hundirse más. Muchos países están sobreendeudados y necesitarán tiempo para controlar esta deuda.

FUENTE: Elaborado a partir de El País

 

Álvaro Jiménez Domínguez

Las presiones deflacionistas hunden al euro a nuevos mínimos de 9 años

El euro da un paso más en su espiral bajista. Amenaza los 1,18 dólares, en niveles inéditos desde 2006. Las primeras tasas negativas de inflación de la eurozona en cinco años y el desplome del petróleo multiplican las presiones sobre el BCE.

La cuenta atrás de la próxima reunión del Banco Central Europeo, prevista para el día 22 de enero, ahonda los mínimos de nueve años con los que cotiza el euro en su cruce con el dólar.

La divisa comunitaria encadena la que sería su cuarta jornada consecutiva de pérdidas. En sus descensos se desinfla hasta los 1,181 dólares, a un paso de bajar del nivel de 1,18.

Lejos quedan los 1,21 dólares con los que concluyó 2014. Las alertas sobre Grecia y el desplome del precio del petróleo han acelerado de nuevo las caídas del euro en las primeras jornadas del nuevo año.

Las ventas se han acelerado hoy a raíz de la publicación de uno de los datos clave del día y de la semana: el IPC de la eurozona. Por primera vez en cinco años la inflación se ha situado en tasas negativas, -0,2%. Además, la caída ha sido superior incluso al -0,1% esperado.

El incesante desplome del precio del petróleo, por debajo de los 50 dólares por primera vez desde 2009, aumenta las presiones deflacionistas en la zona euro. Esta situación multiplica la presión sobre el Banco Central Europeo, que tiene establecido su objetivo de inflación en un nivel próximo al 2%.

La próxima reunión del BCE está prevista para el día 22 de enero, sólo tres días antes de las cruciales elecciones anticipadas en Grecia. La evolución de los mercados en las últimas semanas han elevado las expectativas de que el BCE anuncie incluso este mismo mes la puesta en marcha del esperado programa de compra de deuda soberana.

Conclusión:  La mala situación económica de Grecia esta llevando al Euro a mínimos en 9 años y como ya ha anunciado Alemania, la mejor opción para la recuperación del Euro es que Grecia lo abandone.

Fuente: Expansión

Lagarde: el programa de compra de bonos del BCE evitó el desastre Lagarde: el programa de compra de bonos del BCE evitó el desastre

El anuncio por parte del Banco Central Europeo (BCE) de un programa para la compra de bonos soberanos de países en apuros, denominado OMT, sirvió de punto de inflexión a la crisis y contribuyó a evitar el desastre, defiende la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde.

«La decisión del BCE de intervenir lo cambio todo», asegura Lagarde en una entrevista concedida al diario alemán ‘Sueddeutsche Zeitung’. «El programa OMT evitó un desastre y contribuyó a que la política monetaria recuperase su efectividad», señala. En este sentido, la ex ministra de Finanzas francesa considera que sin la intervención del BCE, personificada en la declaración de intenciones de su presidente, Mario Draghi, quien afirmó en Londres hace un año que la entidad haría «cualquier cosa para preservar el euro», asegurando que «será suficiente», ha sacado al conjunto de la eurozona del estancamiento, reduciendo el riesgo de tensiones sociales. La publicación de la entrevista con la máxima responsable del FMI coincide con el segundo día de la vista oral abierta por el Tribunal Constitucional alemán, que examina si este programa del BCE excede el mandato de la entidad y vulnera competencias del Estado alemán.

Vemos como el Banco Central Europeo hace sus deberes y cumple con, al menos, alguna de sus funciones. 

Arnau Rojals Pons

Fuente: Expansión

El BCE baja al 0,5 % los tipos de interés

draghiEl presidente del BCE, Mario Draghi ha explicado hoy la bajada de los tipos al 0,5%, una decisión histórica que los sitúa en el nivel más bajo desde la creación de la moneda única.

Draghi asegura que esta medida es «clave para mejorar la provisión de crédito» y que su decisión es consistente con «la espectativa de la inflación en la zona euro. «Queremos mantener nuestros objetivos de inflación a medio plazo en el 2%», ha afirmado Draghi.

Mario Draghi también ha explicado que las facilidades para inyectar liquidez en la banca a tres meses se mantendrán hasta, al menos, mediados de 2014.

Aunque esta medida «debería apoyar que se recupere la economía a final de año», Draghi ha asegurado que la institución que preside «seguirá muy de cerca la situación y tomará nuevas medidas si fuera necesario». Draghi confía en qué en está ocasión la modificación de los tipos «se traslade a la economía real».

Además, el presidente del BCE ha indicado que el BCE debatió bajar los tipos más de un cuarto de punto, pero que el consenso final ha sido dejarlo en el 0,5%. El motivo es que las dificultades de provisión «están alcanzando a países que nunca se han encontrado en esta situación». La decisión debe evitar «la aversión a los riesgos» que está impidiendo que fluya el crédito.

La independencia de la institución

Durante la ronda de preguntas, la independencia de la institucion ha sido cuestionada a raíz de las declaraciones que hizo la declaración que hizo la canciller angela Merkel desde Dresden la semana pasada, donde pedía que los tipos de interés se subieran en lugar de bajarse.

«La independencia del BCE es muy querida para todos y especialmente por los ciudadanos alemanes» ha dicho Draghi. En segundo lugar, Draghi ha considerado que se ha dado demasiada importancia a esos comentarios: «Hay muchas diferencias en la eurozona y por lo tanto en las decisiones de política monetaria que pueden beneficiar a unos y perjudicar a otros.

Austeridad y crecimiento

El presidente del Banco Central Europeo ha desvelado que «es partidario de plantear el debate entre austeridad y crecimiento», cambiando la tendencia habitual hacia la austeridad de la institución que preside. En este marco ha asegurado que no hay que perder los progresos conseguidos en consolidación fiscal y que «no hay duda de que los hay».

Sin embargo, Draghi considera que hay que mitigar los efectos de contracción con políticas fiscales basadas en la reducción del gasto y no el aumento de los ingresos. «Estamos hablando de subir los impuestos en una zona del mundo donde ya son muy altos. Esto hace que los efectos no sean buenos», considera Draghi.

Además Draghi ha considerado que «la credibilidad se logra con planes a medio plazo de consolidación». Lo países que cuentan con buenos planes han conseguido el premio de mejorar sus condiciones de financiación», como es el caso de la economía española.

Conclusión: Creo que el BCE tiene que hacer políticas monetarias expansivas para así incentivar el consumo y para que haya más liquidez.

Fuente: ABC