El regulador bancario afirma que el IPC quedará en torno al 1,5% a comienzos de 2018 y recomienda no subir sueldos en función del IPC para contribuir a la recuperación económica.
El Banco de España asegura que subir salarios para evitar la pérdida de renta que conlleva un elevado IPC por unos altos precios del crudo, es decir, tomar decisiones políticas en función de la volatilidad de los precios de los carburantes, llevaría a una mayor inflación, lo que repercutiría en pérdida de competitividad, empleo y actividad económica. Al igual que el Gobierno, el Banco de España prevé que el IPC se irá desacelerando progresivamente durante 2017, al diluirse el efecto escalón de la subida del petróleo en el mismo periodo del año pasado, hasta situarse por debajo del 1,5% a comienzos del año que viene.
La evolución del precio del petróleo a lo largo de 2016 ha sido la responsable del incremento del IPC observado en los primeros meses de 2017.
Este incremento se desacelerará durante el resto del año, ya que espera que el crudo se estabilizará en niveles similares a los actuales, de forma que se diluirá por el «efecto comparación o efecto base».
«En 2018, una vez desaparecido este efecto, el IPC general se situaría por debajo del 1,5 %», según las previsiones del banco de España.
Fuente: elaboración propia partir de expansión.com
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