Los responsables de Facebook anunciaron este miércoles que la empresa comprará el servicio de mensajería móvil WhatsApp por 16.000 millones de dólares: unos 11.600 millones de euros al cambio actual. La empresa de Mark Zuckerberg desembolsará en efectivo la cuarta parta de esa cifra. Los propietarios de la compañía recibirán el resto en acciones de la red social.
Una de las noticias más importantes de esta semana ha sido la compra de Whatsapp que ha hecho Facebook. No obstante, el creador de Whatsapp Jan Koum se incorporará al consejo de la empresa de Facebook, pero la empresa seguirá trabajando como un servicio independiente.
Esta gran suma de dinero que ha pagado Zuckerberg por la adquisición de Whatsapp, hace notable el interés que tenía en eliminar a cualquier competidor tan fuerte como lo era Whatsapp, no solo fue este el motivo que le llevó a su compra, sino también el hecho de que Facebook en el segmento de mercado juvenil ha decaído de una manera muy brusca, de manera que Zuckerberg también quería volver a conseguir ese segmento de mercado mediante la aplicación de Whatsapp, y así ofrecer unos servicios complementarios que otras redes sociales no pueden ofrecer.
Después de esta venta, el valor de las acciones de la compañía cayó un 4% porque a los inversores les asaltó la gran duda: ¿pondrán publicidad en la aplicación de Whatsapp para obtener beneficio? la respuesta, por parte de Zuckerberg fue un «no» rotundo, puesto que no cree que la publicidad sea el medio apropiado para un servicio de mensajería.
Lo fundamental de esta compra es la base de la información de todos los usuarios de Whatsapp pueden aportar a Facebook e Instagram.
«Cuando todo es gratis, quizá debes pensar que la mercancía eres tú. Te ofrecen servicios a cambio de tu privacidad. Cuando se vende WhatsApp, lo que realmente se compra es la base de datos», Carlos Sánchez Almeida, abogado especialista en derechos civiles en Internet.
Fuente: El Mundo
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