Posible caída de remesas no afectará dinamismo del consumo en el Perú

En este artículo del Diario el Comercio, se señala el efecto que tendrá sobre la economía, tanto peruana como de América Latina,  ciertos síntomas de la crisis, como son: la caída de remesas, la desaceleración de las exportaciones, la disminución de los ingresos fiscales, los menores flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), el aumento del costo de financiamiento externo (aumento de niveles de riesgo país) y el menor flujo de turismo. De este informe, se observa que a pesar de la coyuntura internacional, Latinoamérica no será una de las regiones más afectadas por la crisis pues crecerá por sobre el contexto mundial (2,2% y 1,6% respectivamente); aunque influirán tanto el nivel de dependencia de cada país con los países desarrollados y más afectados por la crisis, como los programas que cada gobierno implementará para enfrentar los escenarios particulares de su país (los cuales principalmente buscarán frenar los niveles de desempleo, disminuir el efecto en la población más pobre, e impulsar sectores claves como la construcción a través de la inversión en infraestructura). Concuerdo con el comentario final del informe, en el que se resalta que a pesar que todo parece estar bajo control, dependerá mucho de como se vayan dando los acontecimientos este año, para poder asegurar la «tranquilidad» en la región y sus perspectivas de crecimiento.

Según estimó el Banco de Crédito, el dinero enviado por los peruanos en el extranjero solo representa entre el 2 y 3% del PBI del país

(Andina).- El impacto sobre el consumo de una posible caída en el envío de remesas hacia los países sudamericanos, incluyendo el Perú, no será muy fuerte, pues sólo representan entre el 2 y 3% del Producto Bruto Interno (PBI), señaló el Banco de Crédito del Perú (BCP).

Sin embargo, advirtió que en la mayoría de países centroamericanos (y en Bolivia) el rubro transferencias representa más del 10% del PBI, exponiéndolos aún más a la desaceleración de los países desarrollados. 

En ese sentido, refirió que el consenso de los principales analistas y bancos de inversión, es que Latinoamérica alcanzará un crecimiento económico de 2,2% durante el presente año. 

«Si bien la cifra puede parecer débil, al considerar el panorama internacional, la dinámica de la región no parece tan problemática a diferencia de la recesión del 2001, cuando Latinoamérica creció sólo 0,1 por ciento y el mundo crecía 1,2%», afirmó. 

Aseveró, sin embargo, que en esta ocasión la situación se invierte y la región crecería más que el contexto mundial (1,6%).  No obstante añadió que a pesar de esta fortaleza a nivel agregado, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), identifica algunos canales de transmisión de la crisis que deberían tomarse en cuenta como la desaceleración de las exportaciones. 

Refirió que la Cepal apunta que la importancia del comercio de la región con países desarrollados es considerable y que la menor demanda por productos importados tendrá efectos negativos sobre los ingresos latinoamericanos. 

«Asimismo habría que tener en cuenta la alta dependencia de commodities (ya sean agrícolas o petroleros) que tiene la región», anota.

El BCP advirtió que considerando que estos ingresos fiscales se han contraído fuertemente durante los últimos meses, los efectos sobre el resultado fiscal también deben ser tomados en cuenta.

Recordó que el deterioro fiscal esperado para este año fue uno de los motivos el cual algunas agencias calificadoras de riesgo redujeron el outlook (perspectiva) a países como Chile y México. 

Entre otros canales de transmisión de la crisis internacional se encontrarían los menores flujos de Inversión Extranjera Directa (IED), ante las restricciones de crédito y la cautela que tienen los inversionistas a nivel mundial. 

«Por ese motivo se espera que la región reciba menos flujos extranjeros, lo que afectaría las cuentas externas debilitando este sector», precisó el BCP. 

Asimismo, manifestó que la Cepal considera también que el aumento del costo de financiamiento externo (aumento de niveles de riesgo país) y el menor flujo de turismo, serán también canales por los que la región sentirá los impactos de la crisis. 

Destacó que los países latinoamericanos han empezado a poner en marcha programas anticíclicos para moderar los efectos de la crisis, especialmente para evitar que los niveles de desempleo aumenten fuertemente y para evitar que los niveles de menos ingresos sean los más afectados. 

Refirió que los paquetes fiscales tienden a concentrarse en la inversión en infraestructura con el objetivo de impulsar sectores clave, como la construcción, que son intensivos en mano de obra. 

«Se podría decir que el panorama para el año 2009 aún parece bastante manejable, sin embargo dependiendo de la profundidad y magnitud de la crisis internacional, la dinámica de los siguientes años es aún difícil de poder observar», mencionó finalmente.

Cómo enfrentan la crisis las pequeñas empresas

Me pareció muy interesante este video que encontré en la galería de videos del New York Times que compila el diario El Comercio en su página web.

http://www.elcomercio.com.pe/nytimes/#nytvideo-126

En el se puede observar algunos casos de cómo afecta la crisis a las pequeñas empresas en Nueva York, y de que manera tratan estas de enfrentarla, reduciendo personal, horas de trabajo, aprovechando oportunidades que se presentan por la coyuntura económica, y reduciendo los costos que les sean posibles. Dependerá de la habilidad y rapidez que tengan los pequeños empresarios para reaccionar y tomar decisiones oportunas para sacar sus negocios adelante y evitar el cierre de los mismos.

Foro Económico Mundial identifica los cinco riesgos para 2009 y alerta sobre China

(Fuente: Diario El Mercurio)

Este es un artículo que obtuve del diario El Mercurio:

La entidad advierte que si la economía china crece bajo el 6% traerá serios efectos sobre la economía global.

 

Cinco grandes riesgos deberá enfrentar la economía mundial en 2009, según diagnosticó ayer el Foro Económico Mundial (o WEF, por sus siglas en inglés), todos relacionados con el fenómeno que inevitablemente marcará este año: la recesión global.

La declinación global de los activos; la brusca caída de la economía china, el colapso de los precios de los activos, brechas en la gobernabilidad internacional y cambio climático constituyen los desafíos clave.

China, la gran incógnita.

Ahora que Estados Unidos, Europa y Japón están en recesión, China -la cuarta mayor economía a nivel mundial- aparecía como el gran motor que seguiría empujando el carro. Tras haber crecido a tasas de dos dígitos hasta mediados del año pasado, China se ha desacelerado bruscamente.

El WEF señala que la caída en la demanda mundial ha golpeado a las exportaciones del país asiático, «incrementando considerablemente el riesgo de un aterrizaje forzoso (de China), que podría estresar el sistema financiero y generar tensiones sociales». De hecho, el organismo advierte que un crecimiento de China por debajo del 6% tendría profundos efectos sobre la economía mundial.

El gobierno chino sigue sosteniendo que el país crecerá 8% este año, aunque la velocidad con que se han deteriorado las cifras pone serias dudas de cumplir con esta meta. Incluso para las propias autoridades chinas, un crecimiento bajo el 6% implicaría entrar en una peligrosa zona recesiva, en especial por los efectos que tendría sobre el empleo y la posibilidad de que ello genere estallidos sociales.

El último dato revela que China se desaceleró al 9% en el tercer trimestre de 2008. Y el cuarto se espera mucho más bajo. En diciembre, el comercio exterior del país volvió a deteriorarse fuertemente. Mientras las exportaciones cayeron 2,8%, las importaciones lo hicieron en 21,3%, de acuerdo con datos oficiales. La respuesta de China hasta ahora ha sido un plan de estímulo por US$ 586 mil millones y cinco recortes de tasas.

Se debilita la posición fiscal.

El informe del WEF muestra que EE.UU., Reino Unido, Francia, Italia, España y Australia enfrentan grandes déficits fiscales. Y los fuertes planes de estímulo económico que varios gobiernos han debido lanzar debilitan aún más su posición.

Esta situación, dice el WEF, sumado a mayores costos en salud y en pensiones, colocan aún más presión sobre los países desarrollados. El caso más emblemático es EE.UU. El gobierno de Obama lanzó un plan de estímulo económico por algo más de US$ 775 mil millones, y el déficit fiscal para este año alcanzará al mayor nivel de posguerra, con 8% del PIB.

Caída de los activos.

El informe señala que los mercados accionarios cayeron en promedio sobre 50% en 2008. La debacle bursátil también se refleja en que el valor de las empresas en bolsa cayó 47% el año pasado. Según el WEF, con la caída de los activos se genera un nefasto círculo vicioso: caída de activos, pérdidas en estados contables, presiones sobre la posición financiera y despalancamiento. Este «círculo» aún no termina de romperse y el WEF señala que la caída de los activos seguirá este año.

La brecha de gobernabilidad.

El informe alerta que la crisis ha dejado al descubierto los límites de la arquitectura financiera, falta de alertas tempranas y deficiencia en la coordinación de los gobiernos. Serán necesarios nuevos estándares de coordinación global, dice el WEF, pero también hace ver que este año podría estimularse un apetito por la sobrerregulación. Desde que estalló la crisis, varios gobiernos, en especial de Europa, han criticado al FMI por su falta de vigilancia y han pedido que el organismo ostente un mayor rol de supervisión.

El problema del agua

Según el estudio del Foro Económico Mundial, entre los riesgos universales para el año 2009 también se cuenta el cambio climático, el que acarreará una escasez y progresivo declive en la calidad del agua. Esto podría traer consecuencias en la capacidad energética, en la seguridad alimentaria mundial y en la estabilidad gubernamental de los países del globo.

Eventualmente, los estados podrían cruzar sus fronteras legítimas para asegurar sus recursos tanto hídricos como alimentarios. Esto traerá la inestabilidad en las regiones por problemas de soberanía, un cambio en la forma en que se estructura el mundo y políticas públicas más duras en cuanto a protección de sus recursos naturales.

Otra arista es que al existir escasez, tanto alimentaria como energética, existirá como consecuencia un alza en los precios de esos bienes. Lo que generará migraciones masivas de personas en busca de esos recursos a un menor costo. Además, el informe proyecta que al no existir abundancia del elemento vital, nacerán enfermedades crónicas, infecciosas y epidemias, relacionadas con la falta de agua, que incrementaran los gastos de salud de las economías y disminuirán los índices de vida. Las proyecciones especifican que los índices en calidad hídrica y en abundancia no se han revertido con respecto al informe de 2008, y que su deterioro sigue en aumento.»

Este artículo expone claramente los principales problemas a los que se van a tener que enfrentar los gobiernos en este 2009, sobretodo los más afectados por la crisis. Entre ellos se destaca el peligro que corre la economía mundial con el posible freno del crecimiento de China, causada por la crisis actual y la disminución de sus exportaciones; el efecto de las intervenciones de países desarrollados como EEUU para reactivar la economía causando el debilitamiento de la posición fiscal; la caída de los mercados accionarios y el valor de las empresas en bolsa; y la escasez y disminución de calidad del agua causada por el cambio climático. Sin embargo, considero de mayor urgencia el tema de la coordinación global para hacer frente a la crisis,  es necesario una mayor supervisión para que se minimice la posibilidad de que vuelva a ocurrir una crisis como que se estamos viviendo ahora, y para eso se requiere el compromiso y la colaboración tanto de los entes internacionales como el Banco Mundial y el FMI, como el de todos los gobiernos en su conjunto.